La inversión sostenible es una de las tendencias más importantes en la industria de gestión de activos en los últimos años. Casi todas las gestoras enarbolan la bandera de ser sostenibles en su selección de activos y en su desarrollo de productos en mayor o menor medida. Sin embargo, al analizar las carteras de las gestoras value independientes, surge inevitablemente la pregunta: ¿tiene el value una asignatura pendiente con la ISR?
Gestoras como Magallanes explican que sí tienen una política ESG, consistente en vigilar la gobernanza de las empresas y premiar a unos equipos directivos comprometidos y con participaciones en las compañías, algo que han hecho siempre. “El tema es que la ESG se ha sofisticado y corre el riesgo de ponerse de moda y ahí hay riesgos de burbuja. Aplicamos los criterios con sentido común, buscando compañías con políticas que quieren hacer las cosas bien, y a largo plazo, lo que luego se ve en el resultado”, ha asegurado Iván Martín, socio fundador y director de Inversiones de Magallanes Value Investors, en el marco de la Morningstar Investment Conference. En su opinión, no hay que estigmatizar a firmas de energía o industriales solamente por serlo, sino cuidar que mejoren sus políticas y tengan un horizonte temporal para hacerlo.
En Valentum reconocen que no tienen políticas de este tipo y que se guían por el sentido común mientras en Horos AM explican que las inversiones ESG, teniendo en cuenta sus objetivos de maximizar la rentabilidad y minimizar las pérdidas, “a veces cuadran y otras no. Si una compañía es legal, es invertible. Si va bien, porque responde a la demanda de la sociedad, es algo positivo. Es muy difícil poner líneas en temas de contaminación, paridad de género… “, confiesa Javier Ruiz, director de Inversiones de Horos AM.
A la espera de que el mercado les dé la razón
Lo cierto es que el value investing lleva unos años de capa caída, penalizado por la salida de los inversores de valores cíclicos y de mediana y pequeña capitalización y por la concentración de los flujos en las grandes firmas y de calidad: el growth está dando mejores resultados y la situación se perpetúa. “Sería lógico que el value remontara, que lo más barato se dé la vuelta… más lógico que la continuidad de esta situación de extremos, en la que lo caro sigue encareciéndose y lo barato cayendo”, asegura Martín.
“No sé cuándo se producirá esa rotación, aunque estamos viendo algunas señales últimamente, pero al final ambas cosas tienen que revertir a la media. El sentido común acaba imperando y trataremos de cambiar las carteras cuando ocurra”, ha añadido Jesús Domínguez, consejero delegado de Valentum, convencido de que esa dispersión enorme entre valores caros (por ejemplo, de alta calidad), y valores olvidados no puede durar. “Las puntocom, lo que vemos ahora… son modas. El mundo podrá cambiar pero lo que cuenta es un número que es una métrica de valoración (en función de lo buena que es una compañía)”.
“Aunque las cosas no pasen, hay mecanismos de corrección que pueden ayudar al value mientras se produce el cambio de paradigma”, añade Ruiz, señalando que algunas veces esas empresas recompran acciones propias y van apoyando así el precio.
Para prepararse para ese momento, estos gestores value tienen en cartera títulos cíclicos y empresas medianas y pequeñas, explican. Por ejemplo, invierten en sectores como materiales básicos (en el caso de Horos AM, sobre todo uranio y acero inoxidable, aunque también transportistas o plataformas de petróleo, puesto que las dinámicas de oferta y demanda les ha llevado a encontrar oportunidades en las materias primas), de distribución como Carrefour (en el caso de Magallanes, pues Martín cree que ahí no llegan las amenazas de Amazon y que es una apuesta en un sector fuera de moda y en proceso de reestructuración, y con un gran potencial) o carteras muy diversificadas sectorialmente en el caso de Valentum (donde tienen compañías de gimnasios, farmacéuticas como Rovi, firmas relacionadas con la digitalización…).
Títulos pequeños y cíclicos, fuera de moda
Sobre la gestión pasiva, creen que ofrece oportunidades por las ineficiencias que crea. “Tener ese aire en el cogote está bien porque te mantiene despierto, aunque la gestión activa queda en entredicho porque pocos son capaces de batir a los índices. Pero a largo plazo se observa que la gestión pasiva genera ciertas ineficiencias: recientemente estamos viendo una situación de extremos donde parece que lo caro se hace más caro y lo barato cae más. Y eso es una oportunidad para los que hacemos cosas diferentes”, explicaba Martín. A ella se une la regulación MiFID II, puesto que hace que la parte de small y midcaps no sea rentable para el brokerage de sell side. Ese espectro de compañías son un buen caladero si aguantas el tipo en el corto plazo”, defiendía. Es ahí, en los valores cíclicos y fuera de moda donde encuentran oportunidades en Magallanes.
“Hoy los ETFs con mayor volumen están justo invertidos en las bolsas que están más caras, con perfil más de crecimiento, como las americanas… están ahí focalizados y no en lo que se ha quedado barato, tiene un mediano tamaño, un componente más cíclico en resultados… y vemos oportunidades justo donde los ETFs no están invertidos”, añadía Ruiz. En su cartera destacan ideas cíclicas sobre todo vinculadas con las materias primas (ocupan entre un 25% y un 30% de cartera internacional) y firmas pequeñas, abandonadas y especialmente cotizadas en Hong Kong.
En Valentum apuestan también por valores pequeños: “Siempre hemos tenido este sesgo pero desde hace un año solo vemos ideas en pequeñas firmas y cada vez las grandes son menos interesantes. Esta tendencia se ha ido acentuando”, decía Domínguez: “Sale dinero de renta variable de gestión activa y las más penalizadas son las firmas pequeñas y vemos compañías muy buenas cuyos precios no reflejan la realidad de sus balances”.