La geopolítica, los cambios demográficos, el cambio climático, el rol de la tecnología y el comportamiento de la inflación y la deuda luego del impacto de la pandemia del COVID-19 son algunos de los aspectos que moldearán el mercado de las inversiones en la próxima década, según el estratega de inversiones Kim Catechis, que ofreció la videoconferencia “Olas de aguas profundas”, organizada por la firma gestora de patrimonios uruguaya Nobilis y el Instituto de Inversiones Franklin Templeton Investments.
Como portfolio manager de Franklin Templeton Investments, una de las compañías de gestión de inversiones más grandes del mundo, Catechis se ha especializado durante 30 años en los mercados emergentes, y desde 2019, como estratega de inversiones, ha puesto foco en las acciones globales.
A su entender, los cambios demográficos son una de las tendencias profundas que afectan a la economía global: “Vamos a llegar a un momento en el que el porcentaje de la población que esté compuesta por niños y jubilados sobrepasará el 30%. Cuando eso ocurra va a ser un desafío para los estados evaluar cómo compaginar las prioridades de la economía con las obligaciones de seguridad social”, explicó.
En cuanto a la geopolítica, se centró en la tensión creciente entre Estados Unidos y China, que se encuentran cada vez más distantes en lo que refiere al comercio en materia tecnológica.
Otro coletazo de la pandemia para todos los países –inclusive los ricos- es que “estamos en las puertas de un momento en el que no pueden pagar la deuda”. La necesidad de inyectar dinero a las poblaciones para soportar el cierre de la actividad económica a causa del COVID-19, en distintas medidas, es la principal causa.
“Tradicionalmente la deuda del Estado se paga en base de impuestos, pero como las poblaciones han sido golpeadas por la pandemia, ¿dónde irán los impuestos? A las multinacionales, que han ido evitando sus responsabilidades fiscales durante los últimos 70 años. Paulatinamente, todos los gobiernos van empezar a cobrarles más”, apuntó.
Catechis dijo ser optimista en relación a la cantidad y calidad de oportunidades de inversión disponibles en la actualidad. En ese sentido, destacó que “gracias al uso de la inteligencia artificial y el aprendizaje mecánico se han generado eficiencias en procesos muy relevantes”.
Respecto al cambio climático, que viene teniendo consecuencias “dramáticas”, ve buenas señales de un cambio cultural en algunas regiones del mundo, como la Unión Europa, donde se impulsa la descarbonización de la economía y la tendencia hacia la energía verde en base a cambios legislativos y políticas de Estado. “Esto genera oportunidades de inversión en empresas grandes y pequeñas que utilizan energía verde”, explicó, ya que obtienen beneficios fiscales.
En lo que refiere a la inflación aseguró que el mundo está viviendo un “momento atípico” porque coinciden el impacto de la pandemia, con cadenas de suministros que han ido desarticulándose, y el reinicio de actividades en varios países del mundo. “Este repunte de la inflación estimo que durará unos 18 meses, pero hay que estar preparados para que se produzca una situación similar dentro de unos tres a cinco años, cuando más países se pasen a la energía verde”, concluyó.