Los tipos de interés de referencia fijan la remuneración del dinero en el corto plazo, por lo que impactan en aspectos como la rentabilidad que ofrecen los depósitos, que ha estado en niveles mínimos.
Sin embargo, en este periodo de bajos tipos, a pesar de que los depósitos apenas daban rentabilidad, se cumplieron hitos como superar el billón de euros invertidos en estos vehículos por los ahorradores españoles, tradicionalmente conservadores. Además, según los últimos datos de Inverco, los depósitos representan el 38,4% del ahorro financiero de los hogares españoles.
Ahora, después de muchos años con tipos de interés negativos o muy bajos, el Banco Central Europeo ha anunciado una subida y parece que llegan buenas noticias para los ahorradores más conservadores, ya que la subida de tipos por parte del BCE puede venir acompañada de un aumento de la remuneración de los depósitos.
Según explica Paula Satrústegui, socia de asesoramiento patrimonial de Abante, una de las referencias que fija el Banco Central Europeo en su política monetaria es la facilidad de depósito, esto es, el tipo de interés al que se remunera el excedente de liquidez que deposita el banco comercial en el BCE. “La subida de este tipo de referencia repercutirá directamente en el tipo de interés que los bancos comerciales puedan ofrecer a sus clientes. En cualquier caso, esta facilidad de depósito aún se encuentra en el -0,5%, a la espera de que el BCE pueda subir 25 puntos básicos en julio”, añade.
Sin embargo, los ahorradores no se pueden quedar en una lectura superficial de los hechos y pensar que los depósitos comenzarán a dar rentabilidades atractivas, ya que hay otros factores que entran en juego, entre ellos la inflación. Por mucho que suba la remuneración de los depósitos si la inflación lo hace a niveles más altos, la rentabilidad real será inferior, pudiendo llegar a ser negativa y convirtiendo lo que parece una apuesta segura en una inversión poco rentable.
El riesgo de perder
Tradicionalmente, el ahorrador español prefiere tener productos conservadores y no quiere asumir riesgos, aunque esto suponga renunciar a rentabilidad e incluso perder poder adquisitivo por el coste de vida (inflación). “Aunque pueda parecer que dicha pérdida no sea importante en el medio y largo plazo puede tener un efecto perjudicial para nuestro ahorro. Aunque en el pasado los depósitos daban rentabilidades cercanas al 4%, en los últimos años, la bajada de tipos ha hecho que la rentabilidad de estos productos sea cercana al 0%”, advierte Satrústegui.
Esto nos lleva a la siguiente pregunta: ¿es aconsejable ahorrar a través de estos vehículos? Teniendo en cuenta que la rentabilidad de los depósitos es inferior a la inflación, lo cual hace que perdamos poder adquisitivo cada año, Satrústegui señala que para obtener rentabilidades superiores a la inflación deberemos de invertir una parte de nuestro patrimonio en renta variable. “Sin duda un activo con mayor volatilidad pero que nos permitirá obtener rentabilidades superiores”, aclara.
En este sentido, para la experta, los fondos de fondos son el vehículo más adecuado hoy desde el punto de vista tanto financiero como fiscal. “Es la mejor forma de ofrecer al inversor una cartera global y diversificada de fondos. Además, los fondos de fondos te permiten tener, a través de una gestión profesionalizada, mucha flexibilidad a la hora de implementar cambios en su composición. Desde el punto de vista fiscal, la figura del traspaso te permite pasar de un fondo a otro sin impacto fiscal, difiriendo el pago de impuestos al momento de la venta”, explica.