La OMS (Organización Mundial de la Salud) acaba de recomendar en su nueva “Guía de Recomendaciones Dietéticas” la reducción a la mitad del consumo de azúcar, es decir, del 10% sobre el total de calorías, al 5% del total. Aunque se trata de una “recomendación”, la OMS indica que esta reducción “aumentaría los beneficios adicionales” del menor consumo de azúcar. En términos prácticos, esto significa para un adulto sano el equivalente a 25 gramos o seis cucharaditas de azúcar menos. Para la industria de bebidas refrescantes, se trata de una vuelta más de tuerca sobre el mercado de las bebidas azucaradas. Diederick Basch, analista de RobecoSAM para la Sustainable Healthy Living Strategy, repasa en este artículo las medidas que la industria de bebidas refrescantes está llevando a cabo para contrarrestar la creciente presión de las administraciones y la opinión pública.
El sustituto natural del azúcar endulza a la industria de los refrescos
No es ningún secreto que los volúmenes de ventas de las bebidas gaseosas han estado en declive durante la última década. La industria de bebidas refrescantes se enfrenta a una opinión pública cada vez más negativa hacia las bebidas azucaradas, al estar vinculadas con enfermedades como la obesidad y la diabetes.
Muchos países están considerando imponer tasas sobre los refrescos para limitar su consumo, y así frenar la escalada de sus costes sanitarios. Argelia, Fiji, Finlandia, Francia, Hungría y más recientemente México, han aprobado el denominado «impuesto de la obesidad” o “fat tax”. Con una tasa de obesidad en adultos del 32,8% -la más alta de América del Norte y Europa-, México es también el mayor consumidor mundial de refrescos, 163 litros per cápita al año, alrededor de un 40% más que la media de los EEUU, según la Organización Mundial de la Salud. Al ser México el mercado emergente más grande que ya está tomando medidas, su impuesto sobre las bebidas calóricas es visto como un punto de inflexión que podría conducir a una disminución del 5%-8% en volúmenes este año.
El debate sobre un impuesto al azúcar en el Reino Unido también ha cobrado impulso, después de que un estudio desvelara que un impuesto del 20% se traduciría en una disminución del 1,3% en la tasa de obesidad de en el Reino Unido. Los fabricantes de bebidas están respondiendo mediante la búsqueda de alternativas naturales, edulcorantes con cero calorías.
El mercado mundial de edulcorantes está dominado por el azúcar y el jarabe de maíz alto en fructosa, juntos representan el 88% del mercado. Los edulcorantes de alta intensidad (HIS) o los sustitutos de azúcar bajos en calorías suman el 12% restante. Un prometedor edulcorante de alta intensidad –HIS- es stevia, un edulcorante natural con cero calorías derivado de una planta: un argumento clave de venta en comparación con los edulcorantes artificiales existentes. Stevia ha existido desde hace décadas, pero sólo obtuvo la certificación como edulcorante seguro (GRAS – Generally Recognized As Safe) en 2008 en los EE.UU., y fue autorizado para el mercado de la UE en diciembre de 2011.
Esto ha significado un rápido aumento de los alimentos y bebidas endulzados con stevia. Desde 2009, el lanzamiento de nuevos productos ha crecido un 57% anual hasta llegar a más de 1.600 productos en 2013. La adopción del mercado continúa acelerándose, especialmente en la industria de los refrescos. Por ejemplo, en Francia, Coca -Cola ha reformulado su marca Sprite con stevia, y se está expandiendo al Reino Unido. En junio de 2013, se lanzó una nueva versión de Coca-Cola en Argentina, Coca–Cola Life, que es endulzada con un 50% de azúcar y 50% de stevia, por lo que tiene la mitad de las calorías de la versión tradicional.
Las principales compañías productoras de refrescos están invirtiendo en la innovación con edulcorantes, y en 2014 se van a poder ver nuevos productos en el mercado. Coca-Cola se ha asociado con PureCircle, el mayor proveedor de stevia en el mundo, para desarrollar un nuevo edulcorante de alta pureza a base de stevia, a la espera de obtener la aprobación “GRAS”. Por su parte, Pepsi está trabajando con Senomyx para desarrollar bebidas alternativas con menor poder calórico. El producto S617, de Senoymx, es un componente del gusto modificado que permitiría una reducción del 50% aproximadamente de azúcar, también está pendiente de su aprobación como GRAS en 2014. Givaudan está trabajando en estrecha colaboración con las principales empresas de alimentos y bebidas, y ha desarrollado un “enmascarador de sabores” que puede reducir el sabor amargo asociado con stevia.