Standard & Poor’s rebajó el pasado viernes la calificación crediticia de Andorra a BBB- con perspectiva negativa desde el anterior escalón de BBB, por el “mayor riesgo” de su sistema financiero.
La decisión de la agencia de calificación estadounidense llega después de que la división de Crímenes Financieros del Tesoro de EE.UU. acusara a Banca Privada d’Andorra de blanqueo de capitales, y del fracaso del Gobierno en conseguir, hasta la fecha, que ninguna otra entidad del pequeño principado se quede con los restos del banco. Ayer mismo el ejecutivo aprobaba una ley para reestrcuturar BPA.
“La rebaja refleja nuestra opinión acerca de la actual incertidumbre en el sector financiero de Andorra, y nuestra estimación de que esto podría tener repercusiones negativas en la calidad crediticia de Andorra más allá de nuestras anteriores previsiones”, explicó la agencia de rating en su análisis.
Además, cree Standard & Poor’s, que esta inestabilidad puede limitar el crecimiento del país dado el peso del sector financiero en términos de empleo y PIB. Las investigaciones en curso sobre BPA podrían comprometer la estabilidad financiera del Gobierno, cree la firma.
“Creemos que es probable que el gobierno andorrano se vea obligado a tratar de aliviar los problemas de liquidez de las empresas que operaban con BPA, lo que provocaría un aumento de la deuda o de las garantías directa del país. Percibimos una mayor probabilidad de que se materialicen los pasivos contingentes asociados a su sector financiero”.
Filiales afectadas
Además de BPA, se han visto comprometidas dos de sus filiales, Banco Madrid en España y Banca Privada de Andorra en Panamá. Las autoridades de ambos países han intervenido los bancos y atraviesan un proceso de liquidación, al tiempo que los movimientos de las cuentas y las operaciones con sus fondos de inversión han quedado congeladas.
Además de España y Panamá, BPA tiene presencia en otros 11 países: Luxemburgo, Suiza, Mónaco, Uruguay, México, Paraguay, Perú, Brasil, Bahamas, Dubai y Estados Unidos, donde los bancos HSBC, Bank of America, Citigroup y Deutsche Bank AG hacían de corresponsales para la pequeña entidad del Principado.
La acusación a BPA ha puesto en entredicho la reputación de las entidades bancarias del país y el acelerado proceso de expansión vivido en los últimos años. “El fuerte incremento de los activos de no residentes en bancos andorranos desde 2011 y la expansión internacional de gran alcance de su sector financiero ha incrementado significativamente tanto los riesgos reputacionales como otros de carácter financiero«.