El coronavirus no nos da ninguna tregua. Aunque parece que esta segunda ola no será tan intensa como la vivida en marzo, no se descartan confinamientos más duros y más restricciones para controlar el virus como las que ya se están implantando. Todas estas medidas afectan a la economía y a las bolsas: ¿cómo puede actuar el pequeño inversor en esta segunda ola?
Según explica Victoria Torre, responsable de Análisis y Selección de Fondos de Singular Bank, aunque los principales organismos están mejorando las previsiones de crecimiento mundial, hay que tener en cuenta que la segunda oleada incide en una economía ya debilitada, por lo que el alcance de los nuevos confinamientos serán determinantes.
En este sentido, Torre considera que sería un buen momento para que los inversores reflexionaran sobre si su cartera está construida sobre unos cimientos sólidos. “Esta solidez podría contemplarse bajo dos prismas; el primero, ver si nuestra cartera está elaborada con un horizonte temporal de medio/largo plazo, y que ninguna de las ideas sobre las que se asienta se han visto modificados. El otro prisma es el de una cartera construida atendiendo a aquellos sectores que se pueden ver fortalecidos a raíz de la crisis, o bien que al margen de la misma tenían potencial de crecimiento antes de la pandemia y cuando esta finalice lo seguirán teniendo”, explica.
Daniel Sancho, responsable de inversiones de Mapfre Gestión Patrimonial, explica que la primera ola nos recordó que los mercados son volátiles y siempre sobre reaccionan ante las noticias (tanto positivas como negativas). En este sentido, para Sancho, lo primero que tiene que hacer el cliente minorista es entender cuál es su situación financiera y cuál es su plazo de inversión y para ello lo mejor es que se apoye en un asesor financiero que le ayude a ordenar sus ideas.
“Cada inversor tiene una situación particular y no hay una única estrategia a la que aferrarse. Por lo tanto, será el asesor, quien ayudará al inversor minorista a mantener la calma y entender los mercados con una mejor perspectiva ante las posibles noticias adversas como las que estamos viviendo en estos momentos. En muchas ocasiones, el miedo puede llevar a tomar decisiones irracionales que se pueden evitar si hay un buen asesoramiento”, apunta.
¿Qué oportunidades se pueden encontrar?
Victoria Torre alerta que una de las principales preocupaciones está en el hecho de que, en un entorno de máxima incertidumbre, hemos llegado a ver máximos de algunas bolsas. “Esto en sí, es un dato que no debemos olvidar, y pensamos que esta desconexión viene apoyada, en parte, por la confianza en que las autoridades monetarias seguirán inyectando en la economía más estímulos económicos”, valora.
Sancho admite que la situación actual es nueva para todo el mundo y también lo es para los mercados. “Estamos viendo que la actividad a nivel mundial se ha frenado de manera dramática y es muy difícil conocer cuáles serán las consecuencias en un medio largo plazo. Los bancos centrales han puesto sobre la mesa todas sus herramientas para que la situación no colapsará, tal cantidad de ayudas monetarias y fiscales están ayudando a que los mercados tengan un soporte donde agarrarse, pero hay que tener especial cuidado ya que en muchos casos su evolución puede llevar a engaño“, explica.
A ojos del experto de Mapfre, esta situación tan excepcional va a generar muchas oportunidades con las que se puedan mejorar las rentabilidades de las carteras, pero advierte que siempre tendrá que ser de la mano de buenos asesores que recomienden carteras globales bien diversificadas que sean las óptimas según el riesgo y la volatilidad que se quiera asumir.
Asimismo, a este entorno, se suman los bajos tipos de interés que han hecho que los inversores más conservadores tengan más dificultades para encontrar rentabilidades atractivas. “Son los grandes perdedores de la situación que estamos viviendo. Hoy no hay manera de encontrar rentabilidad libre de riesgo a ningún plazo y la volatilidad ha venido para quedarse”, admite Sancho.
Sin embargo, señala que muchas veces el inversor conservador dice ser conservador porque no entiende bien los riesgos que puede asumir y no es consciente que puede ampliar los plazos de inversión. Ante esto, su recomendación es ponerse en manos de un profesional que le explique que en los mercados financieros el riesgo no tiene por qué ser algo negativo y puede generarnos muchas alegrías siempre y cuando se entienda y se trate con cercanía y confianza.
Para la experta de Singular Bank lo importante es reflexionar si estamos invertidos en una cartera altamente dependiente de los acontecimientos o si, por el contrario, tenemos una cartera bien fundamentada en el medio plazo. “Vemos oportunidades en el nicho de megatendencias, que se han mostrado más resilientes en el primer semestre, ya que tienen una alta exposición a cambios estructurales y a sectores líderes en medio y largo plazo. Sus ingresos y beneficios podrían seguir creciendo una vez que los cambios estructurales en la economía se consoliden y creemos interesante estar en los sectores que se verán beneficiados por estos cambios”, detalla.
En este sentido, recomienda al inversor volver a evaluar si está cómodo con el nivel de riesgo de su cartera, así como con el horizonte temporal, intentar desvincularse de los sectores que más podrían sufrir a consecuencia de la crisis y pensar en aquellos otros que podrían quedar fortalecidos tras la pandemia (salud, tecnología…).