La falta de normas comunes e internacionales para los factores medioambientales, sociales y de buen gobierno (ESG, por sus siglas en inglés) continúa complicando la calificación de las compañías en un negocio que, en los últimos años, ha crecido rápidamente hasta convertirse en un mercado multimillonario. Por ello, el Grupo Scope ha desarrollado un nuevo sistema de evaluación ESG independiente que incluye las cadenas de suministro mundiales y asigna valores monetarios específicos a los factores ESG.
“La inversión en ESG se ha convertido en un mercado multimillonario. Sin embargo, evaluar la sostenibilidad de cualquier empresa enfrenta tres desafíos principales”, explica Diane Menville, directora de ESG en Scope y ex-especialista en riesgo de mercado del Banco Mundial. En primer lugar, las puntuaciones existentes se basan en lo que las empresas dicen sobre sus propias actividades. Además, los informes de sostenibilidad de las empresas tienden a excluir los efectos de las actividades de los proveedores de la empresa en materia ESG y, por último, es difícil, sino imposible, «realizar una comparación de los diferentes impactos entre sí y una comparación de los impactos de diferentes empresas y sectores sin contar con indicadores estandarizados”, aseguran desde la agencia de calificación.
“Las puntuaciones de sostenibilidad se basan en la auto divulgación no estandarizada por compañías. Por otro lado, una parte clave del impacto ambiental y social proviene de las cadenas de suministro, pero los informes de sostenibilidad corporativa no pueden integrar toda esta información. Tercero, los diferentes indicadores y la ponderación desigual dificultan la comparación de resultados”, añade Menville.
El nuevo modelo de Scope busca sortear el problema del greenwashing con el uso de múltiples fuentes de datos independientes, en lugar de confiar en las evaluaciones ESG de las propias empresas. Asimismo, se aplicará un enfoque descendente, basado en datos, para evaluar las externalidades ambientales, sociales y de gobernanza para todas las actividades de la cadena de suministro de una empresa. Por último, la nueva estrategia calculará también el coste financiero de cada impacto ESG para crear una puntuación que represente la gravedad de estos en cualquier empresa o sector, de manera que puedan ser fácilmente comparados.
“Brindar a los inversores y emisores un análisis transparente basado en datos y calificar los impactos ESG completos de las empresas, incluidas sus cadenas de suministro, nunca ha sido tan importante como lo es hoy. Es vital para ganarse la confianza de los inversores y apoyar la transición a una financiación sostenible a largo plazo «, asegura Florian Schoeller, fundador y director ejecutivo de Scope Group.
Scope ofrece a los inversores su análisis ESG a través de la plataforma digital ScopeOne, que comprende más de 1.600 empresas en el índice MSCI del mercado de valores mundial. La metodología ESG de Scope es aplicable a todo el universo de empresas, desde pequeñas y medianas empresas, hasta grandes multinacionales cotizadas.
“Scope, como la principal agencia de calificación europea, tiene un papel crucial que jugar para facilitar la inversión sostenible a largo plazo, alzando la voz europea sobre las finanzas sostenibles», concluye Schoeller.