Schroders ha anunciado el lanzamiento de Schroder ISF Global Equity Impact, un fondo de renta variable global de impacto que surge para dar respuesta a la creciente demanda de los clientes de contar con estrategias de impacto centradas en renta variable.
Según indican desde la gestora, este nuevo fondo pertenece a la gama de fondos de impacto de Schroders que incluye el Schroder ISF Emerging Markets Equity Impact, Schroder ISF US Smaller Companies Impact, Schroder ISF Asian Equity Impact y Schroder ISF European Innovators.
El fondo se dirigirá a empresas cuyos productos, servicios y operaciones se centren en resolver los retos sociales y medioambientales a los que se enfrentarán las personas y las industrias en las próximas décadas.Basándose en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, este fondo clasificado como artículo 9 por SFDR invertirá en empresas de todos los sectores que aborden temas clave como la salud y el bienestar, la inclusión financiera, las infraestructuras sostenibles, el consumo y la producción responsables.
Desde la gestora indican que el fondo, domiciliado en Luxemburgo, tendrá el doble objetivo de generar un impacto positivo en la sociedad y una atractiva rentabilidad a largo plazo para los inversores. El Schroder ISF Global Equity Impact es fruto de la colaboración entre el equipo de renta variable estadounidense de pequeña y mediana capitalización y el equipo especializado en renta variable europea de Schroders, y estará gestionado conjuntamente por Joanna Wald y Paul Griffin.
“Los ODS de la ONU esbozan problemas sociales y medioambientales urgentes que deben abordarse para garantizar un futuro sostenible y próspero para todos. Debido a la magnitud de estos retos, creemos que las soluciones necesarias no pueden ser alcanzadas únicamente por los gobiernos y las ONG. La dinámica competitiva y el análisis de los mercados públicos recompensan a las empresas que pueden generar soluciones de forma más eficiente. El liderazgo de las empresas en la ejecución, la agilidad y la innovación permite crear soluciones con la velocidad y la escala necesarias para abordar los ODS de la ONU”, indican los gestores del fondo.
Según explican Joanna Wald y Paul Griffin: “Identificamos empresas cuya tecnología, conocimientos científicos o liderazgo en el mercado aportan destreza e innovación para atender los ODS de la ONU. Estas empresas operan a escala y de maneras que son fundamentales para los resultados de impacto, pero a menudo infravaloradas. Somos propietarios activos a largo plazo y podemos demostrar una contribución significativa a través de un compromiso continuo. Medimos el impacto a lo largo del tiempo y nos comprometemos activamente a mejorarlo. Creemos que estas empresas tienen el potencial de ofrecer fuertes rentabilidades a los inversores en consonancia con sus actividades empresariales. No es necesario comprometer la rentabilidad”.
Por último, la gestora destaca que su marco de inversión de impacto, construido en estrecha colaboración con BlueOrchard, recibió el año pasado la máxima calificación de BlueMark por su alineamiento con los Principios Operativos para la Gestión de Impacto.