Schroders ha lanzado un nuevo fondo de transición energética global con el objetivo de apostar por la transición hacia un sistema energético bajo en carbono, dando respuesta así a la creciente demanda de los clientes que buscan una gestión activa en este sector pionero y en plena evolución.
El fondo Schroder ISF Global Energy Transition tendrá como objetivo identificar las crecientes oportunidades que están surgiendo en el universo de inversión enfocado a la energía limpia, que abarca desde la generación y los equipos de energías renovables, la transmisión y distribución, el almacenamiento de energía, las tecnologías de redes inteligentes hasta las baterías de vehículos eléctricos.
El fondo no invertirá en empresas expuestas a combustibles nucleares o fósiles y se centrará en tres tendencias globales: la descarbonización de la generación de energía, la electrificación del uso de la energía y el aumento de la eficiencia energética para su proceso de inversión.
Según la gestora, este nuevo fondo tiene un fuerte enfoque en sostenibilidad, además de un claro sesgo hacia las mejores empresas («best-in-class”), así como a aquellas compañías capaces de demostrar una clara capacidad de mejora.
Según Mark Lacey, responsable de materias primas y gestor del fondo, «la transición energética supone una oportunidad enorme, pues se prevé que se necesitan alrededor de 120 billones de dólares de inversión hasta 2050 para cumplir los objetivos climáticos acordados a nivel global. Esta tremenda inversión, junto con la creciente demanda de tecnologías limpias por parte de los consumidores, está creando fuertes oportunidades de crecimiento de beneficios reales para las empresas, que esperamos también beneficie a nuestros clientes».
En opinión de Lacey, en los últimos dos años se ha alcanzado un importante punto de inflexión que está permitiendo a las empresas del sector convertirse en oportunidades de inversión atractivas. «Creemos que podría ser un buen momento para que nuestros clientes asignen recursos a la transición energética. Fundamentalmente, nos centraremos en el sistema energético y en las tecnologías asociadas necesarias para hacer posible su cambio”, añade.
Por su parte, Andrew Howard, responsable de investigación en sostenibilidad de Schroders, ha añadido que, «dado el dramático cambio en la forma en que producimos y consumimos energía, los inversores reconocen cada vez más que la exposición al sector de la transición energética no es sólo una oportunidad de inversión, sino también una necesidad. La transición energética es necesaria para reducir significativamente las emisiones de carbono y limitar los futuros aumentos de la temperatura global a menos de 2°C».
Howard destaca que en la actualidad, los gobiernos, los consumidores y los inversores reconocen a nivel mundial que la producción de energía limpia es esencial para el planeta. «También reconocen que la escala de la inversión necesaria para lograr la transición hacia una energía más sostenible es de billones de dólares”, argumenta.
«Las energías renovables y los vehículos eléctricos son solo una parte del cambio, la forma en que utilizamos la electricidad, la forma en que se almacena y la forma en que se distribuye necesita ser actualizada y esto requiere de una inversión significativa. Estamos muy contentos de poder ofrecer a los inversores una exposición a este apasionante sector de rápido crecimiento mediante un enfoque activo», explica Howard.