Schroders ha anunciado el lanzamiento del fondo Schroder ISF Emerging Markets Equity Impact, una estrategia que refuerza su compromiso con la inversión de impacto y que responde a la creciente demanda de los inversores en este ámbito.
Según explica la gestora, el fondo se alineará con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS), centrándose principalmente en áreas que abarcan el consumo responsable, la salud y el bienestar, la infraestructura sostenible, la inclusión y el medio ambiente.
Estará gestionado por Jonathan Fletcher y James Gotto, utilizando los amplios recursos de los equipos de Mercados Emergentes y Sostenibilidad de Schroders. La gestora señala que el fondo se apoyará en las herramientas de medición de impacto propias de Schroders, SustainEx y Carbon Value at Risk. Asimismo, los enfoques de gestión y propiedad activa de Schroders formarán parte fundamental del proceso de inversión.
El Schroder ISF Emerging Markets Equity Impact seguirá un modelo de inversión a largo plazo, bottom up, sin restricciones respecto a los índices de referencia tradicionales, y estará integrado por entre 30 y 50 empresas de mercados emergentes. Su objetivo es generar un impacto positivo en términos de contribución a la sociedad, así como una atractiva rentabilidad financiera.
Según indica la gestora, este objetivo se conseguirá invirtiendo en empresas gestionadas de forma sostenible cuyos productos, servicios o actividades ayuden a abordar los retos sociales y medioambientales a los que se enfrentan los países menos desarrollados. Además, el fondo se encuentra catalogado en el artículo 9 del Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles de la UE.
“El interés de los inversores por comprender el impacto de sus decisiones de inversión nunca ha sido mayor. En ningún lugar es esta cuestión más importante que en los mercados emergentes, donde los retos sociales suelen ser importantes y donde algunos países corren el mayor riesgo de sufrir los efectos del cambio climático. Las empresas cotizadas tienen un papel fundamental a la hora de abordar estos retos. No sólo a través de sus productos y servicios, sino también por la forma en que gestionan sus operaciones, a quién contratan y su impacto en el medio ambiente. Las empresas de los mercados emergentes se encuentran en gran medida en las fases iniciales de su recorrido de sostenibilidad e impacto. Como propietarios activos y a largo plazo, esto proporciona una oportunidad para que los inversores tengan un impacto, aumentando aún más el impacto positivo que tienen las empresas”, ha destacado Jonathan Fletcher, cogestor del fondo Schroder ISF Emerging Markets Equity Impact Fund.
Este fondo se suma a la creciente gama de soluciones de inversión de impacto de Schroders, que en junio lanzó el fondo Schroder ISF BlueOrchard Emerging Markets Climate Bond, cuyo objetivo es lograr un cambio medioambiental positivo en mercados emergentes, y que ya cuenta con más de 100 millones de dólares en activos.