¿Cómo puede ser que el mercado de bonos todavía se encuentre atrapado en las oscuras épocas del procesamiento manual de operaciones cuando existe tecnología para hacer que la negociación de renta fija sea más accesible para todos los inversores (y no solo operadores profesionales), al mismo tiempo que más barato? Esta es la pregunta que lanza Simon Fasdal, responsable de renta fija de Saxo Bank, quien argumenta que es el momento de dejar que la tecnología se desarrolle también en los mercados de renta fija.
Su principal referencia es la experiencia que la entidad financiera ha tenido con su plataforma de trading Saxo Bank, que se lanzó en 2016 para las operaciones con bonos. Esta “democratización”, que defiende la entidad como un de las características de su plataforma, se logra a base de tecnología robótica y conectividad.
En su opinión, pese a lo popular y grande que es el mercado con bonos –50 billones de dólares entre inversores institucionales y minoristas– ha registrado una digitalización increíblemente lenta. ¿Por qué se ha tardado tanto en digitalizar el comercio de bonos? “Uno de los principales factores es que el mercado de bonos está mucho más fragmentado que, digamos, el mercado de acciones. No hay una plaza de ejecución única para las operaciones con bonos y la formación de precios es over-the-counter, lo que alimenta un cóctel opaco de precios indicativos, perfiles de liquidez y comportamientos de negociación muy diferentes entre los diferentes mercados y bonos”, explica Fasdal.
Además, recuerda el experto, la escala del mercado de bonos es enorme en comparación con el mercado de renta variable. “Hay aproximadamente 43.000 acciones en el mundo comparadas con los millones de bonos que existen. Una compañía puede tener una acción, pero emiten docenas de bonos, con diferentes vencimientos. Cada uno de estos bonos tendrá una liquidez variable y algunos son más difíciles de negociar”, apunta.
La experiencia de Saxo Bank
Desde Saxo Bank destacan el éxito que ha tenido su plataforma de trading. “Los datos son contundentes: los clientes ven una mejora de precio del 0,10% en comparación con el precio medio en el mercado y los registros muestran que no se necesitan más de 41 segundos para ejecutar una operación y que se registre en la cuenta del cliente”, explican desde la entidad.
Según Fasdal, “con esta solución estamos nivelando el campo de juego entre las instituciones y los inversores minoristas que desean acceder a este mercado. Nuestra plataforma digital no tiene participación humana. Conecta a cada cliente con todo el mercado global de bonos de una manera directa, competitiva y eficiente”, explica Fasdal.
Tal y como está pensada la plataforma, cada orden se dirige a una subasta de distribuidores que se selecciona mediante robótica y que se compone de hasta 40 de los proveedores de liquidez de bonos más grandes. “Ahora vemos más del 50% de todas las operaciones de bonos ejecutadas a través de nuestra plataforma digital y esa cifra ha estado creciendo cada mes desde el lanzamiento. Donde una vez el trading y las inversiones fueron solo para inversores de élite, ahora hemos podido democratizar las operaciones con bonos para que ya no haya ninguna barrera de entrada. Es el momento de dejar que la tecnología haga su trabajo”, concluye el gestor.