Sasha Evers, director general para Iberia y Latinoamérica de BNY Mellon IM, no pierde el gesto de tranquilidad a la hora de plantearle los retos que 2019 traerá a la industria y al mercado. Junto a Ralph Elder, director general adjunto, inauguró la oficina de la gestora internacional en España en el año 2000. Mucho han cambiado desde entonces las cosas y ahora la gestora se enfrenta a un entorno y una industria más madura y con mayor número de competidores.
“En los 19 años que llevo aquí he vivido muchos momentos, con ciclos buenos y ciclos malos para la propia industria de la gestión de activos. Este sector también es cíclico y cuando hay tiempos de bonanza vemos mayor número de gestoras, pero cuando cambia el ciclo se produce una concentración lógica, como en cualquier otro sector”, afirma Evers a la hora de explicar cómo aborda él el momento que vive la industria a nivel global y en España.
En su opinión, tras haber visto la mayor llegada de gestoras al mercado español durante los últimos años, no descarta que se produzcan fusiones y adquisiciones en la industria cuando entremos en años difíciles y con menor flujo hacia los fondos. Este “ponerse difícil” supondrá que los clientes serán más selectivos, exigentes y tenderán a sentirse más cómodos con las gestoras que tradicionalmente han trabajado o hayan tenido más presencia en el mercado.
“Las firmas que menos sufrirán serán aquellas que sean pequeñas y especializadas o aquellas que sean muy grandes y pueden permitirse asumir los costes de la regulación y de estar presentes en todo el mundo, así como de tener un espectro amplio de soluciones de inversión. En cambio vemos más presión en los modelos de negocio de las gestoras con un tamaño medio. Vamos hacia un sector donde hay una clara bifurcación: jugadores grandes que se benefician de su tamaño o pequeños y especializados”, apunta a la hora de valorar la tendencia hacia la concentración que vive el sector. Este fenómeno de ver un mercado menos saturado y en el que se realizan movimientos empresariales defensivos para lograr más tamaño es algo que Evers reconoce haber visto ya en 2000-2001 y en 2008-2009.
Especialización y tamaño
En este cambio de entorno, Evers considera que BNY Mellon IM está bien posicionada, pues aúna especialización y tamaño (1,55 billones de euros en activos bajo gestión a 31 de septiembre de 2018). “Nuestro modelo multiboutique, formado por ocho firmas, ofrece una alta especialización, bien sea por estilo de inversión o por área geográfica o por tipo de activo.”, explica.
A cambio, el feedback de los selectores de fondos, su principal objetivo, apunta que esto es exactamente lo que buscan: “Especialización a largo plazo para que los resultados acompañen”, matiza el responsable de BNY Mellon IM.
Evers considera que este modelo de negocio puede crecer, y así ha sido, a dos dígitos en un plazo de tres a cinco años. “Nuestro objetivo, aproximadamente, es crecer un 10%-15% anual, pero preferimos trabajar con un horizonte mínimo de cinco años porque así puedes considerar un ciclo desfavorable y luego otro favorable. Hemos estado creciendo a esos niveles y nuestro objetivo es seguir haciéndolo de forma orgánica en España en activos bajo gestión”, aclara.
De su experiencia en el mercado nacional, Evers destaca el interés que han despertado las estrategias multiactivo entre los inversores, así como las de retorno absoluto y fondos con vencimientos más cortos, en renta fija, y en renta variable, fondos globales.
De cara a los próximos años, apunta que “prevemos que va a haber más demanda de fondos emergentes, tanto en renta variable como en renta fija”. En su opinión esta tendencia es consecuencia del momento que vive el mercado sobre el que explica que ahora es complicado ver valor en renta fija y “donde sí vemos valor es en deuda emergente, ya que ofrece rendimientos de entre 6,5% y 7%”.
Nuevo entorno: regulación y ETFs
La entrada en vigor de MiFID II es otro de los aspectos que más ha marcado la industria en España y en Europa. En este sentido, Evers destaca que la normativa europea ha afectado más al negocio de distribución que a la industria manufacturera.
Según explica: “Sí que ha habido un periodo de preparación de las clases limpias y hubo bastante trabajo en algunos productos, como el caso de algunas carteras discrecionales porque había retrocesiones. También hemos visto bastante movimiento hacia clases limpias. Pero el impacto, tanto en España como en Europa, ha sido más en 2017 que en 2018 o de cara a este año. Lo que hemos notado durante este proceso han sido más transferencias, muchas preguntas sobre las clases de fondos y sobre las descripciones y los prospectos de los productos”.
En su opinión pese “a la lata que supone lidiar con nuevas regulaciones”, MiFID II es positivo para toda la industria. “Fomenta la transparencia, la gestión discrecional y sobre todo se va a notar más claridad en el tema de comisiones. Una industria que tiene más transparencia suele, en precios, prosperar más a largo plazo”, concluye.
Por último, la otra gran tendencia que gana peso en la industria y en el mercado de fondos es la gestión pasiva. Aunque todavía es minoritaria en España y Europa, la mayoría de los jugadores del sector reconocen que los ETFs seguirán creciendo. En este sentido, BNY Mellon IM cuenta entre sus gestoras con Mellon, que entre sus especialidades incluye la gestión pasiva.
“De momento no nos hemos lanzado al mercado de ETFs ni tenemos planes para ello, aunque tengamos capacidad de hacer gestión pasiva”, añade, remarcando que su enfoque es la gestión activa. Un enfoque que, bajo su criterio, será fundamental de cara a un entorno con menor liquidez y más volatilidad en el mercado.