2020 será recordado como el año de la pandemia y, como consecuencia, de la incertidumbre. Las carteras también han sufrido los efectos del coronavirus, pero muchas han conseguido salir victoriosas de un año que parecía que solo traía una mala noticia tras otra. Concretamente, los fondos gestionados de manera indexada han conseguido acabar el año con rentabilidades positivas, algunos incluso batiendo la media de rentabilidades de los fondos de inversión tradicionales. Finizens, InbestMe e Indexa, resumen su año y cómo han conseguido sortear las dicultades de la pandemia.
Finizens ha conseguido terminar 2020 con todas sus carteras en territorio positivo. En concreto, los rendimientos netos después de costes han ido desde el 2,7% generado por la cartera 5 (perfil más atrevido) hasta el 4,2% de la cartera 2 (perfil moderado-conservador).
“La velocidad de las caídas y de las posteriores subidas ha premiado a aquellos inversores que se mantuvieron fieles a nuestra estrategia global de inversión indexada” afirma Kevin Koh Maier, Head of Asset Allocation & Research de Finizens. Además, cuatro de las cinco carteras han conseguido batir a la rentabilidad media de los fondos de inversión domiciliados en España (categorías comparables) sin necesidad de asumir un mayor riesgo.
“En teoría, las condiciones convulsas de mercado experimentadas durante el 2020 deberían de haber sido favorables para los gestores activos. Sin embargo, pese a que es en el largo plazo donde la gestión indexada desprende todo su valor frente a las estrategias tradicionales, nuestros resultados por encima de la media de mercado son concluyentes también en el año 2020.” explica Kevin Koh Maier. «Sobre el papel, el aumento de la volatilidad y de la divergencia entre los resultados de distintos sectores/empresas deberían de suponer una oportunidad para los gestores activos. Sin embargo, en la práctica, la estrategia que ha probado más beneficios en el largo plazo ha sido la de aplicar un modelo de inversión indexada, replicando el mercado global mediante una elevada diversificación y sin decisiones arbitrarias, señas de identidad en Finizens», añade.
Por su parte, la mayoría de las carteras de InbestMe también han acabado con resultados positivos. “Es importante resaltar que incluso en este contexto tan difícil, nuestras carteras indexadas han acabado el año en su mayoría en positivo en torno al 4%. Cuatro veces mejor, en este año tan complejo, que la media de los fondos de inversión tradicionales que han cerrado el año con una media del 1%”, explican desde la entidad. Sus carteras modelo (monitorizadas desde el 2015) obtienen, de promedio, una TAE del 4,5% y acumulado un 33%. Esto es, según indican, 4,3 veces más que lo que acumulan los fondos de inversión tradicionales.
Respecto a las predicciones para este año, desde InbestMe señalan que, ante todo, prefieren priorizar la estrategia basada en transmitir a sus clientes que es más importante centrarse en lo que controlamos, “nuestra capacidad de ahorro, nuestros objetivos financieros y ajustar bien nuestro perfil de riesgo en relación a ellos y automatizar lo más posible nuestro proceso de inversión para no dejarse llevar por los sesgos del comportamiento, que a menudo nos hacen vender en las bajadas y comprar en máximos. Este ha sido un muy buen año para aprender esta lección”, apunta Jordi Mercader, CEO de la firma.
Desde Indexa recuerdan cómo 2020 ha sido una de muchísima volatilidad pero que, si nos fijamos en la rentabilidad de todo el año, ha acabado siendo un año con una rentabilidad que no tiene nada de especial. “Por ejemplo, la cartera de fondos de inversión más representativa de Indexa, 6/10, ha tenido una rentabilidad neta de comisiones de +5,4% en 2020. Desde el 31/12/2015 cuando lanzamos Indexa, la rentabilidad ha sido de +36,8% (+6,4% anual)”, señalan. En este sentido, la entidad insiste en que “la gestión indexada es siempre un acierto”. “Independientemente de que sea una año positivo o negativo, invertir en un fondo de comisiones altas siempre hace más probable que obtengas una rentabilidad menor”, apuntan desde la firma.
El roboadvisor de Openbank (asesorado por BlackRock y Santander Asset Management), ha registrado un incremento interanual del 112% en sus activos gestionados. Esto se produce después de conseguir entradas netas positivas durante todos los meses de 2020, a excepción de marzo, epicentro de la crisis originada por el COVID-19. A lo largo del pasado año, las cinco estrategias del servicio de inversión roboadvisor, construidas a través de carteras de fondos de inversión de gestión activa e indexados de hasta 23 clases de activos distintas, han logrado sobreponerse a un entorno de mercado muy volátil hasta cerrar el ejercicio en positivo. La rentabilidad acumulada va del 1,18% y el 3,98% en 2020 (6,3% y 15,7% desde el inicio de gestión).
La Inversión Socialmente Responsable (ISR): ganadora en 2020
Desde InbestMe destacan que en este entorno complejo la ISR indexada se ha comportado incluso mejor. “Nuestro lema, además, a la vista de los resultados, es que la rentabilidad no está reñida con los valores éticos, sociales y medioambientales. En definitiva, 2020 ha sido sin duda el año de la ISR y creemos que en el futuro la inversión será sostenible o no será”, apunta Jordi Mercader.
En junio del 2020, la entidad amplió la oferta ISR a sus carteras de fondos indexados y a finales del año pasado anunciaron que sus carteras en ETFs ya eran 100% sostenibles. Este año, la entidad seguirá reforzando la inversión sostenible (ISR), aplicándola también a sus planes de pensiones que estarán disponibles en breve. Por otro lado, también están trabajando para hacer más fácil la contratación de múltiples cuentas y, de esta forma, que el inversor pueda planificar mejor su vida financiera con varios objetivos.