Las inversiones en compañías insurtech a nivel global superaron los 10.100 millones de dólares en 2021, lo que representa un aumento del 38% en comparación con 2020, logrando un nuevo crecimiento histórico, que se puede extrapolar al mercado español, reflejando la apuesta de las compañías aseguradoras por el entorno insurtech, a tenor del impulso del número de operaciones y del volumen de inversión, que en los últimos meses ha crecido de forma exponencial.
Existe un creciente interés por parte de las aseguradoras, los distribuidores y los clientes finales por las experiencias digitales, aunque es cierto que en el mercado español aún existe cierto desconocimiento con respecto al funcionamiento y potencialidad de las compañías insurtech. En este escenario de crecimiento para el sector, AEFI ha elaborado un documento que recoge los principales factores que mueven el ecosistema insurtech y algunos retos para seguir creciendo en el futuro.
1. Un mercado en crecimiento exponencial
El término insurtech, que combina insurance y technology, engloba a aquellas compañías relacionadas con el sector de los seguros que emplean los nuevos avances tecnológicos y las posibilidades de digitalización para hacer evolucionar al sector, aportando modelos nuevos de negocio y revolucionando la cadena de valor del negocio asegurador tradicional, según define el Libro Blanco de insurtech elaborado por AEFI. Como ejemplos de la tecnología disruptiva empleada se puede destacar el big data, el internet de las cosas (IoT), la tecnología móvil, la inteligencia artificial o el blockchain. También el uso intensivo de plataformas web o aplicaciones móviles.
El incremento en el número de compañías en los dos últimos años, así como en su valoración y en el número de operaciones de inversión, fusión y adquisición pone de manifiesto el crecimiento interés y la buena acogida entre los clientes, que encuentran en las insurtech soluciones efectivas a sus necesidades en el ámbito asegurador.
2. Todavía existe un gap entre el mercado europeo frente al español
El mercado en España ha dado un salto cualitativo en los dos últimos años pero, a nivel europeo, todavía se trata de un segmento de negocio algo más maduro, donde las rondas de inversión están más generalizadas. España sí mantiene el ritmo de aparición de nuevas propuestas insurtech, en proporción al tamaño de su mercado, aunque la diferencia en términos absolutos se mantiene.
La clave para superar de forma definitiva ese gap con otros mercados europeos pasa por trabajar para que el mercado español termine de reconocer e integrar las experiencias insurtech en todos sus procesos. David Navarro, vocal de la vertical de Insurtech de AEFI, explica que “si bien es cierto que el volumen de negocio gestionado no se corresponde con el tiempo que llevamos hablando de la revolución tecnológica en los seguros, sí existe un claro interés inversor y España se encuentra en una buena posición para estar preparada cuando se produzca el cambio definitivo”.
3. Cambios en el comportamiento de los clientes
El comportamiento de los clientes, frente a los usos digitales, viene cambiando desde hace años, pero es cierto que se ha acelerado en los últimos años, tras la irrupción de la pandemia y las consecuencias de la misma, que permitieron impulsar una tendencia de digitalización que reduce las diferencias en el uso de herramientas digitales entre rangos de edad, incentivando la reconversión de negocios de atención al cliente a sistemas híbridos. “Esa aceleración, junto con el impulso económico europeo de este año por la mejora de la productividad basada en tecnología, traerá novedades sensibles en los próximos 2-3 años, y permitirá que la tecnología se convierta en una verdadera palanca sobre la que el negocio asegurador crezca”, explican los asociados
4. Hacia la integración entre sistemas
Uno de los grandes objetivos que se marca el ecosistema insurtech para seguir creciendo en los próximos años es la necesaria integración entre sistemas, lo que se denomina conectividad o aplificación. Esta integración sería un gran catalizador de la innovación abierta, la que viene de distintos ángulos y no solo de los esfuerzos internos de las aseguradoras.
El desarrollo de las APIs ayudará a transformar a las compañías insurtech en negocios orientados al servicio que reduzcan el tiempo de integración con clientes, desarrollar nuevos productos digitales, explorar nuevos modelos de negocio, mejorar la seguridad o mejorar la experiencia de uso de los clientes.
5. Cambio de paradigma para enfocarlo hacia el servicio al cliente
Aún falta extender más el cambio de paradigma mental, por uno menos actuarial y más de servicio al cliente, que es precisamente una de las señas de identidad de las compañías insurtech desde su nacimiento. La alianza entre aseguradoras tradicionales y las insurtech, como elementos complementarios y no sustitutivos, permitirá llegar de forma más eficaz a los clientes, entender sus necesidades y acortar los procesos. Al fin y al cabo, como ocurre con todas las compañías del ecosistema fintech, las insurtech evolucionan según cambia la forma de comportarse el cliente final.
6.El sandbox como ejemplo para el desarrollo de proyectos disruptivos
La creación en España de uno de los sandbox financieros más ambiciosos de todo el mundo, un espacio de pruebas para probar innovaciones dentro del sector tecnológico con el control y supervisión reguladores y coordinado por los supervisores, ha permitido crear un ambiente idóneo para el desarrollo de proyectos disruptivos en el ámbito de los seguros y fomentar acuerdos de colaboración con entidades tradicionales para desarrollar proyectos controlados que ayuden a localizar nuevas formas de servicio para satisfacer las nuevas necesidades de los clientes.
Sin duda, la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP) ha realizado un enorme esfuerzo por involucrarse en el desarrollo con éxito del sandbox, de hecho una parte importante de los proyectos que han sido admitidos hasta ahora están supervisados por la DGSFP, sobre temas diversos como la vinculación de las aportaciones a sistemas de previsión al consumo que realiza el usuario, los seguros de decesos “inteligentes”, productos colaborativos.