Las gestoras internacionales son conscientes del potencial de la industria de fondos española, pese a que 2022 no haya sido su mejor año. Para 2023, son conscientes de que la vuelta de la remuneración en los depósitos puede atrapar la atención de los inversores y ahorradores más conservadores, pero las firmas confían en que su oferta de fondos puede adaptarse perfectamente a sus actuales necesidades, ganando así presencia en nuestro mercado.
Algunas gestoras, como BlackRock, se muestran optimistas con las oportunidades que el negocio nacional presenta para este año. “Si vemos el volumen de activos que había distribuidos en IICs y fondos de pensiones en marzo de 2020 y lo comparamos con septiembre de 2022, hemos pasado de 555.000 millones a 680.000 millones de euros. Es decir, hay 125.000 millones de euros más en IICs y fondos de pensiones. Parte de eso está explicado por el efecto mercado, pero es verdad que ha habido flujo neto de entradas. La realidad es que aún hoy, si analizamos el último informe del Banco de España, se observa que el ahorro financiero español, que es de 2,7 billones de euros, aunque el 55% está invertido en acciones, en fondos de inversión, en fondos de pensiones y en productos de seguros, hay un 45% que está en cuentas, en liquidez y en depósitos”, recuerda Javier García-Díaz, responsable de ventas de BlackRock para Iberia.
Lograr que todo ese ahorro se convierta en inversión será un camino complejo en mitad de un entorno también complejo, pero, tal y como indica Carlos Capela, Country Manager de Federated Hermes para España, Andorra y Portugal, la subida de los tipos de interés y sus consecuencias sobre la renta fija son uno de los elementos que deben tener en cuenta las gestoras internacionales en el mercado español. Según su experiencia, esto puede ser una buena oportunidad.
“El perfil tradicional del inversor español es conservador y, en el panorama actual, estrategias como los depósitos y fondos con vencimiento a corto plazo basados en deuda española vuelven a ser interesantes y se convierten en un producto que compite con los que pueden ofrecer las gestoras internacionales. Por otro lado, el impacto de la situación en la inflación y en la volatilidad del mercado siempre representa una oportunidad para las estrategias más activas, donde las gestoras internacionales pueden ser muy competitivas. No hay que olvidar que las carteras conservadoras vienen de pasar un mal periodo, marcado también por la incertidumbre”, defiende Capela.
En este sentido, y como ocurre a nivel global, el mercado de renta fija vuelve a ser atractivo, por lo que las gestoras internacionales esperan que el inversor español demande este tipo de estrategias. “Los inversores están encontrando yields atractivas en renta fija, y pueden encontrar rendimiento sin asumir mayor riesgo. También existirán oportunidades en el espacio de la renta variable con los cambios de políticas de los bancos centrales y las revisiones de las expectativas de beneficios de las compañías”, afirma Paloma Torres, ETF & Index Funds Sales de UBS AM Iberia.
Para Capela, tampoco se puede olvidar que en el mercado español hay apetito por productos alternativos ilíquidos y un gran interés por la biodiversidad. “Al mismo tiempo, un aspecto interesante a tener en cuenta es que una de las zonas donde mayores correcciones ha habido son China y el resto de la región asiática (excluida India). La relación entre rentabilidad/riesgo hace que esta clase de activo pueda resultar atractiva. Hay factores que influyen a favor: las tendencias demográficas y de crecimiento de Asia, así como la posibilidad de que la Fed haga una pausa en su política monetaria de alzas de tipos. Dado que la deuda de estos países tiende a estar denominada en dólares, es la decisión del banco central estadounidense la que tiene mayor capacidad de influencia”, añade el responsable de Federated Hermes.
Por último, según el equipo de ventas de Schroders España, además, los españoles están buscando resquicios de valor confiando en los gestores activos. Pues para el 61% de los inversores españoles y casi la mitad de los globales (48%), los fondos de inversión gestionados activamente son los productos de inversión más atractivos en los tiempos actuales. Esto demuestra la importancia que le dan a contar con la ayuda de expertos en momentos de incertidumbre. Además, los activos privados también fueron considerados más atractivos por dos quintas partes de los encuestados a nivel local y global. Precisamente, los estudios recientes de Schroders han demostrado que la rentabilidad de los activos privados no suele verse afectada por los ciclos económicos.
Por otro lado, destacan que la demanda de inversiones temáticas también ha crecido entre los inversores españoles, con un 65% de ellos dispuestos a asignar capital al sector tecnológico. “Asimismo, la sostenibilidad y los vehículos eléctricos siguen siendo temas clave, ya que el 52% y el 50% de los inversores encuestados en nuestro país, respectivamente, los consideran más atractivos. Estas tres temáticas son también las preferidas a nivel europeo y mundial”, añaden.
Conquistando al inversor cauto
En opinión del equipo de ventas de Schroders España, muchos inversores españoles están tratando de actuar con cautela ante un panorama más difícil. Es una de las conclusiones que han extraído de su Estudio Global del Inversor 2022, en el que, hasta un 47% de los inversores encuestados en nuestro país admite que están procurando aumentar la diversificación de sus carteras y un 45% pretenden ahorrar más y gastar menos, así como confiar sus finanzas a un asesor financiero.
De hecho, los resultados de esta encuesta indican que los inversores muestran ahora una mayor inclinación a recurrir a expertos para encontrar soluciones en estos tiempos de incertidumbre. En concreto, según su encuesta, un 45% de los inversores españoles reconocen que son más propensos a hablar con un asesor financiero a medida que los tipos de interés suben. “Los inversores también parecen reconocer los méritos de la inversión activa, en la que gestores profesionales seleccionan los valores y supervisan la cartera, a diferencia de la inversión pasiva, que replica sin más un índice del mercado”, señala el equipo de la gestora.
Gracias a la imagen que muestra las conclusiones de esta encuesta, la reflexión que lanza García-Díaz adquiere más sentido que nunca: “Todos los agentes de la industria tenemos por delante la labor de fomentar la inversión a largo plazo, la planificación financiera y ese traspaso de ahorrador a inversor”.
Según Schroders, el cambio de comportamiento clave que ven de cara a este año es que “los inversores quieren contar con más ayuda de los asesores financieros y la gestión activa de inversiones por parte de expertos”.