Quadriga, firma española de gestores independientes de fondos, se pone en marcha gracias a la unión entre cinco de los mejores fondos de inversión independientes y el grupo Auriga, según un comunicado de la agencia española de noticias Europa Press. Este acuerdo pone de manifiesto la firme voluntad de potenciar el talento gestor como activo diferencial en la gestión de fondos de inversión, en un mercado saturado de productos financieros poco diferenciados, explican.
Quadriga sale al mercado contando con cincos fondos y una cartera global de más de 450 millones de euros. Quadriga Vitrio Real Return, gestionado por John Monnelly; Quadriga Kirites, bajo la gestión de José Antonio García; Quadriga RHO Investments, gestionado por Rodrigo Hernando; Quadriga GFED Aequitas, liderado por María Vázquez y Quadriga Global Allocation, gestionado por Luis Bononato, son los cinco fondos que, de momento, componen Quadriga.
Sobre este nuevo proyecto, la consejera delegada de Quadriga, María Vázquez, ha indicado que el objetivo principal de Quadriga es «facilitar al inversor la elección, acercándole una selección del mejor talento gestor español independiente».
Para formar parte de la compañía es necesario cumplir una serie de requisitos. El gestor tiene que tener una trayectoria impecable en instituciones financieras de primer nivel. También es necesario haber levantado un fondo desde cero y demostrado su capacidad de crecimiento año tras año. Y además, el gestor tiene que estar comprometido e invertir una gran parte de su patrimonio en el fondo que gestiona.
Para cumplir su objetivo, el de acercar los gestores al inversor particular, Quadriga permite contratar sus fondos de una forma rápida y segura a través de www.quadrigafunds.es En este sentido, Quadriga ha focalizado gran parte de su interés en conseguir que el gestor y los fondos dispongan de todos los mecanismos de control necesarios para garantizar la absoluta protección de las inversiones.
Al mismo tiempo Quadriga busca aumentar la confianza en sus productos remunerando adecuadamente el talento del equipo gestor, tanto por su estrategia como por sus decisiones de inversión para garantizar que los recursos se destinan al talento que hace crecer el dinero del inversor y no en pagar a una amplia red comercial dedicada a captar clientes, como sucede en la actualidad en las entidades bancarias.