Las gestoras internacionales que tienen presencia en España normalmente operan en otros países, fundamentalmente europeos. Y no solo eso: existe una tendencia a la internacionalización del negocio hacia Asia y el mundo emergente, según explicó Luis Ojeda, responsable para Iberia de Deutsche AWM, en el marco del VI Encuentro Nacional de Inversión Colectiva, celebrado en Madrid y organizado por la APD, Inverco y Deloitte.
Pero, ¿siguen las gestoras españolas una tendencia de internacionalización parecida? La respuesta, quitando los grandes jugadores, es negativa. “Hay mucho espacio de mejora en la internacionalización de la industria española”, valora José Luis Jiménez, consejero delegado de March Gestión.
Y los datos lo muestran: de los 25 mayores grupos de gestión en Europa, solo uno es español, cuando, por cuota de mercado (con el 7% de cuota), correspondería tener al menos dos representantes. En cambio, en el grupo se ve a muchas entidades anglosajonas y también del norte de Europa. “Si finalmente Santander compra Pioneer, será ejemplo de internacionalización para la industria española, que ojalá sea seguido por otras entidades para poder generar gestoras capaces de competir en Europa”, afirma.
Al mirar a EE.UU. se observa que hay 3.000 gestoras en el mercado pero el 25% controlan el 60% de las ventas, y la mayoría son americanas. Además, el top 5 controla la mitad de ese 60%, lo que da muestra de la gran concentración existente y del protagonismo que tienen las entidades locales.
Hueco limitado en España
Las gestoras nacionales dan muy pocos pasos fuera de España a pesar de que, en el caso de las entidades de menor tamaño, su hueco en el mercado español es limitado debido a un modelo de comercialización de fondos “en la edad de piedra” según Jiménez, basado en una distribución muy ligada a las grandes redes bancarias y al pago de retrocesiones, y con una gran cantidad de productos “en colisión”, es decir, con una oferta sustancial y de difícil diferenciación entre la que los fondos de las boutiques podrían destacar. “En Reino Unido, el 90% de las mercado está en manos de entidades anglosajonas porque la comercialización es más abierta para las entidades nacionales y cuesta mucho entrar a las entidades internacionales. Pero en España, ocurre lo contrario: para una gestora nacional, es muy difícil comercializar sus fondos en las redes de otros grupos, más abiertas en cambio a los internacionales”, explica Jiménez. Algo que demuestran los últimos datos de VDOS.
Ante esa situación y ese limitado hueco que tienen las entidades de menor tamaño en el mercado español, el paso natural sería salir fuera. Pero, y a pesar además de que en los años de crisis su negocio ha crecido (sobre todo, el de las entidades medianas y pequeñas, debido a la búsqueda de talento por parte de los inversores), cuesta dar ese paso. Según Jiménez, se necesita tener ciertos recursos para ello.
¿Cómo salir fuera?
Para ello, hay que tener claro la propuesta de valor que se quiere hacer (en el caso de March, apuestan por la gestión de bolsa internacional y un perfilamiento de los riesgos). Además, los inversores foráneos miran mucho la independencia y la gestión de los conflictos de interés, es decir, la alineación entre cliente-empleado y accionistas, a la hora de intentar crecer en sus mercados.
Además de una propuesta de valor clara y la independencia, es importante la marca, algo que para Jiménez no tiene tanto relación con las labores de marketing sino como su solvencia y la sostenibilidad del modelo de negocio, que los inversores quieren estable y previsible. También es clave el talento, tanto del gestor que sale al exterior como del selector de fondos, con un papel muy relevante en el ámbito internacional, a diferencia de lo que ocurre en España.
Salir fuera también requiere de tamaño, según Jiménez, para hacer frente a los costes legales, de registros en los distintos países… En su opinión, el tamaño mínimo para que sea rentable internacionalizarse está en torno a los 2.000 millones de euros y es necesario esperar unos tres a cinco años para obtener resultados. Además, mientras las gestoras internacionales suelen establecer oficinas físicas en España, las españolas se atreven mucho menos, explica.
Y lo tiene claro: para salir fuera la plataforma idónea es Luxemburgo, donde pretenden que March Internacional se convierta en la mayor sicav española y Torrenova, en el mayor quinto fondo internacional vendido en España.