Varias naciones de África están amasando una fortuna derivada de la explotación de sus recursos naturales y como resultado, es el continente con mayor crecimiento en fondos soberanos, según JPMorgan Asset Management.
Nigeria, el principal productor de petróleo de la región, inauguró un fondo soberano de 1.000 millones de dólares hace ocho meses, en octubre Angola fundó el suyo por 5.000 millones de dólares y Uganda anunció en abril planes para crear otro más. En total, durante los dos últimos años se han creado o están a punto de crearse 15 fondos soberanos en África. Tanzania, país que ostenta grandes reservas de gas natural, también esta considerando crear su propio fondo soberano; Mozambique y Sierra Leona también han hecho declaraciones recientemente al respecto.
Según los comentarios a Bloomberg de Patrick Thomson, director global de soberanos de JPMorgan AM, se espera un continuado incremento de fondos soberanos en África durante los próximos años debido al incremento en el precio de las materias primas y al aumento de reservas de divisas que están experimentando estos países. Según esta gestora, América Latina será la segunda región con mayor crecimiento en soberanos.
El cobre, por ejemplo ha multiplicado por más de cuatro veces su precio medio anual durante la última década, el petróleo casi ha multiplicado por cuatro su precio. El oro, del que Sudáfrica es principal productor, ha aumentado su precio un 300% desde 2003.
Según datos recopilados por Bloomberg procedentes del Sovereign Wealth Fund Institute, el mayor fondo soberano africano es el Revenue Regulation Fund de Argelia, con activos de 77.200 millones de dólares, seguido por el de Libia, de 65.000 millones de dólares y por el Pula Fund de Botswana, de 6.900 millones de dólares.
Según Thomson, los fondos soberanos están rotando sus inversiones desde el mundo desarrollado hacia los mercados emergentes, tanto en renta fija como en renta variable. Otra tendencia pujante es la inversión en activos alternativos, especialmente en infraestructuras y bienes raíces. Por ejemplo, los fondos soberanos de Rusia y China iniciaron hace un año un proyecto conjunto de private equity para invertir en los sectores forestal, agrícola y logístico en Rusia. Según apunta Thomson la normativa europea de Solvencia II previene a muchas aseguradoras europeas de invertir en proyectos de private equity por el alto consumo de recursos de capital que suponen, dejando el camino abierto a los fondos soberanos de países emergentes que pueden aprovechar ahora estas oportunidades.