La crisis del banco portugués Espírito Santo se ha saldado con una división de la entidad: por un lado, quedará el banco malo, con los activos tóxicos, y por otro, los activos buenos quedarán aglutinados en una entidad con nuevo nombre, Novo Banco, que saldrá adelante con la inyección de 4.900 millones de euros aprobada ayer por el Fondo de Resolución portugués y anunciada por el gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa.
«Se ha creado un banco nuevo, denominado Nuevo Banco, para el que se transfieren de inmediato» los activos, depósitos y créditos del BES considerados ‘buenos’, dijo Costa en una declaración a la prensa, recogida por Efe, en la sede del Banco de Portugal, en la que también aseguró que esta solución «no tendrá ningún coste para el erario público ni para los contribuyentes» de Portugal. Ni tampoco para los clientes de BES, según explicó, descartando que puedan verse afectados por la reestructuración.
Así, la medida anunciada por el Banco de Portugal «garantiza íntegramente los depósitos, la prestación de servicios bancarios, los puestos de trabajo y las relaciones comerciales que tenía la institución».
Como resultado de la reestructuración, Novo Banco será una entidad saneada y que, en la práctica, tendrá un único accionista, el Fondo de Resolución, un instrumento creado en 2012 en el marco de la Unión Bancaria europea y financiado por instituciones financieras y bancarias lusas. Así, el fondo se queda con lo que los analistas llaman el «BES bueno», es decir, ya recapitalizado y con los créditos sin riesgo y los activos de buena calidad. Entran dentro de los activos de este «banco bueno» el negocio portugués de banca minorirista de BES y sus filiales de Londres y Nueva York.
Pero al otro lado queda el banco malo, el «BES malo», en manos de los actuales accionistas, entre ellos la familia Espírito Santo, que seguirá llamándose BES y al que serían transferidos los activos tóxicos y los más problemáticos. Con la separación se evita una completa nacionalización de la entidad. Según han confirmado fuentes del banco a South Florida Business Journal, la sede de Miami Espirito Santo Bank, cae en esta categoría de «banco malo», por no ser ya «un activo estratégico para el banco». Luis Maximo dos Santos ha sido nombrado por el Banco de Portugal para liquidar estos activos.
Sin embargo, el Fondo de Resolución no tiene aún recursos propios suficientes, por lo que el Estado luso tendrá que recurrir al programa de ayuda financiera de la troika que incluye una línea de 12.000 millones de euros destinados a la recapitalización de la banca, de la que todavía hay disponibles más de 6.000 millones de euros. Por lo tanto, y tal y como advierte ya la oposición, la factura de la recapitalización, sí podría recaer en los contribuyentes. El Gobierno mantiene, sin embargo, que los fondos del programa de ayuda financiera serán reembolsados a través de «la venta de la nueva entidad» y de las contribuciones del sistema bancario y financiero al Fondo de Resolución.
Vítor Bento, el hasta ahora consejero delegado del Banco Espirito Santo (BES), ha sido nombrado presidente de la comisión ejecutiva de Novo Banco.