En opinión de Nigel Green, director general y fundador del Grupo deVere, la nueva administración de Joe Biden marcará el comienzo de un auge sin precedentes de las inversiones ESG. Un impulso que llega después de que dirigir capital privado hacia factores medioambientales, sociales y de buen gobierno no haya sido una prioridad durante los cuatro años de gobierno de la Administración Trump.
“A principios de 2020, estaba claro que la inversión en ESG remodelaría el panorama de la inversión en esta nueva década, convirtiéndose en una de las megatendencias. Ha habido un aumento masivo en todo el mundo de clientes que buscan este tipo de inversiones este año”, afirma Green.
Según una encuesta elaborada en verano por la propia deVere, firma especializada en asesoramiento financiero independiente, reveló que más de 25% de todos los clientes están considerando o ya están activamente comprometidos en una inversión ESG. Ahora, apuesta a que esta tendencia se acelerará dramáticamente con Joe Biden en la Casa Blanca.»
¿El motivo? Según explica, la administración de Joe Biden marcará el comienzo de un auge sin precedentes para las inversiones ambientales, sociales y de gobierno (ESG) por dos razones clave. “En primer lugar, el próximo presidente de los Estados Unidos, el director general de la mayor economía del mundo, y su vicepresidenta Kamala Harris, defendieron activamente en la campaña electoral y antes, valores que tienen una sinergia inherente con las inversiones orientadas al ESG. Hicieron campaña sobre cuestiones como el cambio climático, la justicia social, la igualdad, la diversidad, los derechos humanos y la transparencia y la responsabilidad de las empresas”, apunta Green.
Si cumplen con sus promesas electorales, en muchas cuestiones relacionadas con el medio ambiente, la nueva administración tendrá que revertir las políticas establecidas por Trump. «Por ejemplo, Biden ha prometido volver a incluir a los Estados Unidos en el Acuerdo de París, el pacto multinacional para combatir el cambio climático, el primer día de su toma de posesión, y ha pedido una transición en América de los combustibles fósiles a la energía renovable”, señala el máximo responsable de deVere.
El segundo argumento que señala Green y que explicaría el auge de la inversión ESG durante la administración de Biden es que EE.UU. ajuste parte de sus normas sobre inversión sostenible y divulgación de la información corporativa a las europeas, algo a lo que Trump se oponía. Es decir, “si las reglas sobre la inversión en ESG se igualan y se acuerdan, y se introduce una normativa y un marco internacional, podemos esperar más inversiones institucionales en el sector ESG”, afirma.
Un último factor que también funcionará como catalizador, pero que ya no depende de la administración en el gobierno, es el cambio demográfico. Según explica Green, “la mayor transferencia generacional de riqueza de la historia, probablemente alrededor de 60 billones de dólares, de los baby boomers a los millennials, que estadísticamente es más probable que busquen opciones de inversión responsables, tendrá lugar en los próximos dos años. Así pues, la inversión en bienes de capital está destinada a crecer exponencialmente en el decenio de 2020″.