Corea del Sur y EE.UU. son los dos países que mejor nota obtienen en referencia a su industria de fondos de inversión, según el cuarto informe global en el que Morningstar, recogiendo la experiencia de los inversores en fondos de varios países –en este caso de 25 países de Norteamérica, Europa, Asia y África-, elabora un ranking mundial en función de las calificaciones obtenidas. El estudio hecho público recientemente deja a España en la parte baja de la lista, solo por delante de Italia, Japón y China continental, y al mismo nivel que Suráfrica, Singapur, Hong Kong, Francia o Bélgica, con una nota de C, de aprobado (siendo A la máxima calificación).
Las notas son un compendio de la situación de cuatro factores de la industria de fondos de cada país: regulación y fiscalidad; comisiones y gastos; transparencia; ventas y medios de comunicación. ¿Y cuáles son los motivos de la nota tan baja de España? Según el informe de Morningstar, el país tiene una nota notable (de B-) en regulación y comisiones pero aprueba y está en la media (C+ y C-, respectivamente) en transparencia y prácticas de venta.
Así, en regulación y fiscalidad España destaca ligeramente sobre la media: “A través del modelo UCITS, los inversores españoles tienen acceso a los fondos domiciliados e invertidos en una gran variedad de países y también se benefician de esa regulación”, dice el informe. Sin embargo, los inversores que ahorran para la jubilación invierten a través de un sistema de pensiones separado, donde las opciones son más limitadas y los beneficios de la regulación UCITS no aplican.
En cuanto a la fiscalidad, Morningstar considera que España es uno de los países con mejores políticas para los inversores, gracias a algunos incentivos fiscales y la exención en algunas situaciones, como los traspasos, que dan a los ahorradores “un gran descanso fiscal”.
En cuanto a las comisiones y gastos, la nota también es de notable bajo. “Las comisiones en España están en la media en comparación con otros países de la encuesta. Los costes algo más altos que la media para los fondos de bolsa domiciliados en el país se contrarrestan con las comisiones algo más bajas que la media de los fondos de renta fija y mixtos”, dice el estudio. Sobre las comisiones de rentabilidad, dice que se pueden establecer en un fondo sin establecer otras comisiones contrarias en el caso de obtener peor rentabilidad, pero indica que los términos de esas comisiones se ofrecen de forma clara en los documentos. Con todo, explica que a veces hay confusión en las comisiones de rentabilidad sobre todo en torno a la marca de agua… y son comisiones más frecuentes en los últimos años, sobre todo en los fondos que emplean estrategias alternativas.
Como punto negativo, las retrocesiones: a diferencia de otros países en el estudio, Morningstar observa que en España los inversores suelen comprar fondos sin asesoramiento. “La mayoría de fondos disponibles a través de supermercados, brokers o asesores llevan retrocesiones. Aquellos distribuidos directamente por la gestora o el banco matriz no”, explica. La mayoría de fondos internacionales, normalmente vendidos a través de intermediarios, cuentan con comisiones de distribución de las que a veces el inversor no es consciente.
Peor nota…
La nota es más baja en transparencia. “España tiene buenas prácticas de transparencia en lo que se refiere a las posiciones de las carteras, pues requiere que los fondos publiquen los valores de forma trimestral, en lugar de una frecuencia semestral, que es más típico. Incluso mejor, más de dos tercios de los fondos van más allá de los requisitos regulatorios e informan de sus carteras cada mes. Al igual que otros países de la UE, España pide a los fondos que proporcionen el Key Investor Information Document (KIID)”, dice el estudio. Pero el KIID tiene buenas y malas prácticas: entre las primeras, proporciona una explicación clara de los riesgos de forma estandarizada que permite hacer comparaciones, informa sobre la rentabilidad de los fondos y tiene una extensión manejable de dos páginas. En el lado negativo, acusa una falta de información sobre los costes de trading y de gestión y de otro tipo de comisiones (como las de distribución). “Es más: la sección que describe la estrategia del fondo no siempre está clara para ayudar a que los inversores entiendan bien el objetivo de inversión del fondo”, dice el estudio.
En prácticas de venta y medios de comunicación, la nota es baja. ¿Las razones? “Los medios españoles apenas mencionan los costes de los fondos cuando son elevados y solo algunas veces promueven la inversión a largo plazo”.
Además, menos del 20% de los fondos que se venden en el país se venden a través de un sistema de arquitectura abierta, mucho menos que en otros países, aunque la situación está mejorando, dice el informe. “Los supermercados de fondos y los bancos y compañías de seguros dominan los canales de venta. Se estima que menos del 20% de fondos en España se venden a través de un distribuidor con un sistema de arquitectura abierta, aunque la arquitectura guiada, incluyendo a los fondos internacionales, es cada vez más común”.
“En España, la práctica de compensar a los asesores por vender algunos fondos no está prohibida, pero en Europa MiFID está prohibiendo esas compensaciones que podrían dar como resultado un asesoramiento sesgado. La práctica de utilizar concursos de ventas para motivar a los equipos comerciales se permite con poca guía o vigilancia”, denuncia el informe.
Otro aspecto que destaca: “Los fondos en España también tienen mínimos de inversión estrictos, aunque suelen ser bastante bajos”.
Fuente de todas las tablas: Morningstar