La gestora Pimco y el proveedor de ETF Source han lanzado conjuntamente un nuevo fondo cotizado, PIMCO Covered Bond Source UCITS ETF. El vehículo ofrece acceso al mercado global de cédulas hipotecarias en forma de ETF, pero con el sesgo de gestión activa que aporta la gestora. El producto será gestionado por Kristion Mierau, vicepresidente senior y responsable del equipo de gestión de cédulas hipotecarias europeas de Pimco.
“Hemos diseñado este producto como solución para un amplio rango de inversores que buscan acceso al mercado de cédulas, combinando la gestión activa de Pimco con los precios y la transparencia de un ETF”, explica Howard Chain, vicepresidente y gestor de productos europeos de Pimco. La entidad gestiona activos por valor de 130.000 millones de euros en cédulas.
El ETF cotiza en la Deutsche Börse (la bolsa alemana) y tiene una comisión de gestión del 0,38%. Su índice de referencia es el Barclays Euro Aggregate Covered 3% Cap, construye la cartera con un sistema de replica física, y distribuye dividendos con periodicidad mensual. Además, Pimco coopera con Clearstream para dar a sus inversores la posibilidad de contratar el ETF a través de su plataforma Vestima.
¿Por qué cédulas?
Las cédulas hipotecarias han sido un activo tradicional de Europa, en primer lugar emitido en países como Alemania y posteriormente por otros, una tendencia que se ha seguido también fuera del continente. “Un universo de inversión en expansión crea nuevas oportunidades para los inversores y cubre en parte su creciente demanda de activos más seguros”, explica el gestor. Añade que, en un escenario de tipos bajos, las cédulas ofrecen además rentabilidades ajustadas al riesgo atractivas y suponen una alternativa al universo de deuda europea, especialmente a la deuda bancaria subordinada si se quiere jugar el riesgo de crédito. “El activo ha proporcionado en el pasado mayores retornos con menos volatilidad y una menor sensibilidad a los cambios en las rentabilidades de los mercados”, explica.
Las cédulas también ofrecen ventajas actualmente desde un punto de vista regulatorio, pues son tratadas como activos de menor riesgo y líquidos, según Basilea III. Además, las aseguradoras también se benefician del tratamiento de las cédulas bajo la normativa Solvencia II.