Pictet Asset Management (Pictet AM) ha anunciado un primer cierre de su fondo europeo de préstamos directos Pictet European Direct Lending I en su objetivo de 200 millones de euros. Según explica la entidad, es un fondo luxemburgués Reserved Alternative Investment Fund (RAIF), clasificado bajo el artículo 8 del Reglamento de la UE sobre transparencia de la información en materia de sostenibilidad, de reciente lanzamiento, cuyo propósito es ofrecer financiación mediante deuda a empresas europeas no cotizadas de mediano tamaño.
“Invierte en empresas maduras, que han alcanzado una fase crucial de su evolución, proporcionándoles capital a medida que les permita crecer y acometer la siguiente etapa de su ciclo de vida”, destacan.
El fondo cuenta con gestores expertos especializados y presencia local para poner a disposición del inversor cualificado una clase de activos capaz de proporcionar rendimientos estables y sólidos en un entorno macroeconómico de incertidumbres. “El inversor, pese a un entorno complicado para la captación de fondos, valora cada día más contar con exposición a estrategias de nicho, como es diversificar la exposición en deuda de empresas para percibir rentabilidades con prima”, afirma Andreas Klein, director de deuda privada en Pictet AM.
Según informa la gestora, el fondo ya ha cerrado dos operaciones. Por ejemplo, en septiembre, otorgó financiación mediante deuda a la empresa francesa Enersweet para respaldar la adquisición de Liciel Environnement, una compañía de software también francesa.
En opinión de Klein estamos en un entorno favorable para la inversión en préstamos directos a empresas: “Las oportunidades crecen a medida que las empresas pequeñas y familiares son más receptivas a esta financiación. Las condiciones no parecen ideales para la inversión en deuda, dado el aumento de la inflación y tipos de interés, que se pueden mantener altos más tiempo y un entorno de crecimiento económico mediocre. Sin embargo, este entorno puede ser relativamente favorable para la inversión en préstamos directos a empresas”.
Respecto a su visión sobre las oportunidades de inversión, el director de deuda privada de Pictet AM afirma que la próxima ola de refinanciación puede incluir empresas de balances más conservadores, con condiciones más favorables para los prestamistas y rentabilidades medias que pueden superar a las de la deuda empresarial de alta rentabilidad cotizada, con menor volatilidad. “Aunque la cotizada se considera más líquida, no siempre es posible venderla a un precio razonable, como durante la Gran Crisis Financiera Mundial. Otra ventaja de los préstamos directos frente a deuda cotizada de cupón fijo, es que puede proporcionar protección contra la inflación y baja sensibilidad a variaciones de tipos de interés”, comenta.
Según destacan desde la gestora, en los últimos 20 años, estas estrategias han generado rentabilidades superiores en tiempos económicos difíciles. “Cuando los bancos centrales suben sus tipos de interés y la economía se desacelera, los inversores pueden proporcionar préstamos con condiciones de protección significativamente mejores. Además, pueden ser más selectos y llevar a cabo una diligencia debida más profunda. Efectivamente, las inversiones en préstamos directos han experimentado de manera consistente menores tasas de impago y mayores tasas de recuperación que los préstamos apalancados sindicados o la deuda empresarial de alta rentabilidad cotizada. Además, empresas que demandan préstamos directos son actualmente, en general, más disciplinadas, con balances relativamente conservadores y múltiplos de deuda respecto a beneficios operativos de 2 a 3 veces, una mejora notable, pues antes del ciclo de subida de tipos de interés llegaba a siete veces”, argumenta
Pymes, el alma de la economía europea
Por último, Klein destaca que las pymes europeas son “el alma de la economía europea”. Según su visión, las recompensas son potencialmente mayores entre empresas europeas pequeñas y medianas, a menudo pasadas por alto por los fondos de deuda privada tradicionales.
“Hay que tener en cuenta que en Europa hay 23 millones de pymes, que proporcionan casi dos tercios de los puestos de trabajo y 3,4 billones de euros de valor económico al año, que no suelen forman parte del universo de inversión en deuda privada. La mayoría de los fondos prefieren prestar a empresas más grandes por economías de escala y comisiones, aunque la competencia sea más feroz. Prestar directamente a empresas pequeñas es un esfuerzo complejo de alto riesgo, que requiere mayor diligencia debida. Pero las recompensas superan los riesgos, pues muchas son disruptivas y tienen un potencial de crecimiento mayor que las que cotizan en bolsa”, argumenta.
Según su experiencia, los riesgos pueden mitigarse con estructuras de capital a medida a una selección de compañías de sólido perfil crediticio. “Muchas no están calificadas por las agencias, pero destacan por sus fundamentales y los mercados en que operan. Ingresos visibles y recurrentes son importantes, al igual que altos márgenes de beneficio y una base de costes operativos flexible. Así que preferimos empresas ligeras en activos, de elevados flujos de caja y ratios de conversión de efectivo”, concluye.