Gestionar una cartera global de bonos de forma equilibrada en un entorno de mercado desequilibrado es posible, según el CIO de renta fija de Degroof Petercam Asset Management, Peter de Coensel. En concreto, asegura, puede hacerse mediante el DPAM L Bonds Universalis Unconstrained, fondo que gestiona él mismo desde hace una década y que define como “un instrumento de inversión único”.
En un evento celebrado en la sede de la gestora en Madrid, De Coensel advirtió de que aquellos que mantienen un relato atemorizante sobre la renta fija en la actualidad están perdiendo de vista lo importante. “La clave es dar un paso atrás y afrontar este entorno complejo centrándose más en los motores de medio y largo plazo que impactan” en este tipo de inversiones.
“Actualmente, no estoy viendo demasiados riesgos de cola en estos mercados como en los últimos dos años”, afirma antes de apuntar que, aunque es cierto que el ruido de la geopolítica continúa impactando el contexto financiero, la guerra comercial “no es nada nuevo”.
Además, señala, se está mirando esta problemática como algo cíclico, cuando a lo que hay que prestar atención es a un factor estructural: la “desglobalización”, que es lo que realmente está poniendo a prueba el comercio global.
La “desglobalización” tiene además un efecto alcista en el dólar estadounidense. “Estamos viendo cómo la fortaleza del dólar está reapareciendo, después del golpe que sufrió con las medidas tomadas por (Mario) Draghi en 2014”, afirma antes de advertir que “no se puede subestimar” esta moneda de ahora en adelante. Un ejemplo claro de su influencia es que en países emergentes como Turquía y Argentina las corporaciones están aumentado sus participaciones en dólares y se inclinan por la “redolarización” de la economía.
Para De Coensel, “el segundo factor estructural son los tipos de interés globales”, que están cayendo a niveles más bajos debido al descenso de las inversiones globales y al aumento del ahorro global, dos tendencias que parece que van a mantenerse en el tiempo debido a la postura “dovish” de los bancos centrales.
“Para generar un 1% de crecimiento del PIB, se requiere 2,5 veces en términos de deuda pública”, revela. La principal consecuencia de esto es que la productividad se ve impactada negativamente y las rentabilidades han estado descendiendo a través de las curvas de rendimiento y los sectores de bonos.
En ese sentido, el gestor advierte de que las subidas de los aranceles impactan en la productividad y, aunque no afectan al desempleo, incrementan notablemente la desigualdad. “Eso es lo que buscan la mayoría de los líderes populistas del mundo, como Trump, Salvini o Bolsonaro: ser reelegidos gracias al aumento de la desigualdad social”, señala.
Esta postura de los bancos centrales está también estrechamente vinculada a otro factor: “las expectativas de inflación a largo plazo”, que, actualmente, “son deflacionarias”. “En Europa realmente tenemos un problema y la credibilidad del BCE se está viendo afectada”, apunta.
Teniendo en cuenta estos factores a medio plazo, De Coensel insiste en la necesidad de estar preparados para entornos de alta volatilidad, cubriendo especialmente los riesgos de tipos y de crédito. En ese sentido, advierte de que los spreads de este último cayeron desde los 107 puntos básicos en los que se encontraban a principios de 2019 hasta -40 y, aunque actualmente han mejorado ligeramente, su previsión es que “continuarán cayendo”.
Con todo, la duración es clave. Y por ese motivo la del DPAM L Bonds Universalis Unconstrained es de 6,5 años de media. Lanzado en diciembre de 2001, el fondo es 100% de renta fija e invierte principalmente en bonos y otros títulos de deuda, fijos o flotantes, en cualquier divisa, de cualquier sector y de cualquier emisor, público o privado, del mundo. Se trata de la filosofía “unconstrained” (libre) del instrumento, que básicamente busca aprovechar cualquier oportunidad que surja en renta fija a nivel global.
Por sectores, actualmente, el 57% lo componen bonos corporativos y el 42% gubernamentales. De estos últimos, un 10% son estadounidenses, un 10% de la Unión Económica y Monetaria de la Unión Europea y un 12% de países emergentes. “De los emergentes, nos gusta especialmente México, tras la victoria de AMLO. Aunque le hayan puesto la etiqueta de presidente de izquierdas, ha resuelto la problemática energética y está combatiendo el crimen, restaurando la confianza de la población”, destaca De Coensel.
Para él, uno de los mayores valores del fondo es su liquidez. “Puedo liquidar la cartera fácilmente en una semana”, asevera. En los cuatro primeros meses del año, su rentabilidad fue del 6,53%, cifra que se ubica en el 4,98% anualizada a 5 años y que asciende hasta el 6,97% a 10 años. “El desempeño está guiado por la convicción”, sentencia el gestor.