A pesar de los posibles riesgos monetarios y geopolíticos, todavía estamos en un mercado con tolerancia al riesgo, en el que la renta variable es el activo con más papeletas para triunfar, según defiende en esta entrevista con Funds Society Laurent Denize, co-CIO global de Oddo BHF AM. Por tres razones, fundamentalmente: un potencial re-rating, un atractivo rendimiento por dividendo y el esperado aumento del beneficio por acción, sobre todo en Europa.
¿Qué grandes tendencias ve en los mercados de cara a este año?
Somos realmente optimistas. Creemos que todavía estamos en un mercado con tolerancia al riesgo. Los inversores no deberían intentar averiguar qué puede estar mal, sino centrarse en lo que va en la dirección correcta, que es macroeconomía y microeconomía, lo que significa crecimiento de los BPA (beneficios por acción) y el hecho de que las compañías están ganando más dinero, así que la tendencia es estar posicionado principalmente en renta variable. Es una recomendación que tenemos para los próximos seis meses. Puede haber algunos acontecimientos en el mercado, movimientos de tipos, movimientos también en las divisas, pero esperemos a las señales.
Del cero al 10… ¿en qué nivel de riesgo para los mercados valorarías las políticas de normalización monetaria este año?
Claramente es uno de los riesgos que puede crear cierta volatilidad pero la orientación de la Fed es de sobra conocida. Sabemos que van a subir los tipos al menos tres veces este año y esto está descontado por el mercado. Lo segundo es la cuestión de si la reducción del QE el BCE, incluso su finalización, ocurrirá en septiembre de 2018. Este no es nuestro punto de vista. Creemos que el BCE va a continuar siendo muy acomodaticio y no va a destruir aquello por lo que ha estado luchando, ya que significaría la desfragmentación del crédito y la ruptura de la zona euro. El crecimiento está acelerando pero no estamos en el mismo momento del ciclo. Creemos que el riesgo respecto a las políticas monetarias del BCE es muy limitado. El último, quizá el más importante, es el Banco de Japón, porque hubo algunos rumores de que podría cambiar su política de tipos de interés a largo plazo invirtiendo menos para mantener los tipos a cero. Este no es el caso como vimos el 23 de enero. A no ser que haya una gran aceleración de la inflación –creemos que la inflación se va a recuperar pero no creemos que vaya a dispararse– debería haber sorpresas bastante limitadas, y sorpresas negativas bastante limitadas en términos de subidas de tipos.
¿Y la posibilidad de normalización de los niveles de volatilidad?
Creo que la volatilidad ha estado limitada por los bancos centrales. De hecho, los bancos centrales han presionado sobre los tipos de una manera tan significativa como cambio de entorno. Hay menos incertidumbre sobre la liquidez que se ha proporcionado al mercado, que ha sido el factor principal del comportamiento y la volatilidad de los activos. Siempre y cuando no haya una gran retirada de liquidez del mercado, que no es lo que estamos viendo. Aunque la Fed va a reducir su balance, es el único banco central que está haciendo esto. Por el momento, las previsiones son que la liquidez va a aumentar, los balances todavía están aumentando, lo que quiere decir que, en este entorno, no hay una razón para que la volatilidad deba aumentar bruscamente. Sí, puede haber cierta volatilidad condicionada por factores inesperados como un repunte repentino de la inflación. Nuestra previsión es que, mientras no nos movamos demasiado rápido hacia el 3% en el bono estadounidense a diez años, no hay razón para que la volatilidad repunte. Las compañías tienen fundamentales sólidos, se espera un buen crecimiento de los BPA en todas partes y un crecimiento sincronizado. No hay razón para temer ninguna disrupción del crecimiento procedente de ningún lugar del mundo. El único factor que realmente puede crear volatilidad porque no está completamente descontado es el hecho de que Trump puede implementar aranceles durante años, quizá más pronto que tarde, y desincronizar el crecimiento. No va a ser este año, quizá en 2019, y habrá tiempo para evaluar el impacto de este cambio en términos de políticas de comercio mundial, que podría crear lo que llamamos un shock comercial.
¿Y el riesgo geopolítico?
Siempre es muy difícil evaluar los riesgos geopolíticos. Tenemos dos riesgos principales. Por supuesto, el riesgo de Corea del Norte, incluso aunque recientemente ambas Coreas han retomado las conversaciones. Son buenas noticias pero los comportamientos de Trump y Kim Jong Un son un poco preocupantes. En segundo lugar, y quizá más interesante, en Oriente Próximo tenemos Irán y Arabia Saudí y el hecho de que podría impactar no sólo en la base del crecimiento sino en todos los precios si hay una escalada de las tensiones. El riesgo en este momento viene de Oriente Próximo y el hecho de que la situación es bastante tensa ahora y el impacto podría ser realmente negativo para los mercados.
Volviendo a la Fed…. ¿los activos de renta fija están en riesgo en 2018?
Ya que esperamos que los tipos de interés suban, recomendamos limitar la duración porque hay una asimetría en las ganancias que podemos esperar y en lo que podemos perder. No hay un amortiguador, especialmente en la deuda soberana, grado de inversión y parcialmente en el high yield. Creo que el high yield es la parte más interesante del universo de renta fija europea pero limitando la duración. Sobre la deuda de mercados emergentes, somos cautelosos por los precios del petróleo y los movimientos de las divisas, que pueden afectar al rendimiento de este tipo de activos. Somos cautelosos con los bonos estadounidenses porque creemos que la inflación se va a recuperar.
¿Qué perspectivas manejáis para la renta variable? ¿Seguirán subiendo las bolsas sin descanso, es viable ese escenario?
Creo que hay tres motores del rendimiento de la renta variable por los que los inversores deberían favorecer estos activos: el re-rating que debería producirse en el mercado ya que las acciones todavía cotizan con un descuento en términos precio-beneficio, el segundo es el rendimiento por dividendo que está ofreciendo cierto valor y el último es el aumento de los BPA en casi todas las regiones y que está infravalorado en la zona euro.
¿Cuáles son y dónde están los principales riesgos de pérdidas?
En cuanto a los riesgos, en la duración debemos ser muy cautelosos con los tipos. No creo que sea el momento para incluir coberturas en las carteras porque la volatilidad está bastante limitada y no olvidemos que es muy costoso en el entorno actual de tipos bajos, por lo que puede impactar negativamente en las carteras sin tener un impacto significativo en términos de protección.
Y, viceversa… ¿dónde están las mayores oportunidades?
Somos muy optimistas no sólo en la zona euro, el mercado estadounidense todavía ofrece algo de valor. Debemos ser selectivos y recomendamos el sector tecnológico, la tecnología médica (medtech) y el sector sanitario. El nivel de márgenes del sector tecnológico comparado con el mercado es realmente impresionante y, para el sector sanitario y la tecnología médica, podría darse una reevaluación del mercado con la reforma sanitaria. No estamos todavía al final del ciclo pero estamos en una fase muy avanzada en Estados Unidos, por lo que somos más cautelosos que en la zona euro, donde todavía estamos en mitad del ciclo.
Además de renta fija y variable en las carteras… ¿qué espacio tendrán otros activos, como por ejemplo la inversión alternativa? ¿Es un buen momento para una mayor diversificación de las carteras y cómo?
Siempre es bueno intentar beneficiarse de la volatilidad del mercado si podemos extraer un rendimiento extra. Este es el caso en el mundo del private equity, que se está beneficiando de la aceleración del crecimiento, y también en la deuda privada, pero hay que ser muy selectivo, nos podemos beneficiar de oportunidades que todavía ofrecen valor. No obstante, debemos ser más cautelosos con la deuda privada. En estrategias alternativas, podría ser un buen momento para posicionarnos en CTA y otras estrategias alternativas para cubrir nuestras posiciones.