El negocio de los family offices ha evolucionado de forma considerable. Detrás de este cambio está la necesidad de adaptarse a las nuevas generaciones de inversores -que muestran una mayor inclinación por los activos alternativos, la ISR y la tecnología- y de lograr rentabilidades atractivas en un entorno de mercado complejo -lo que ha impulsado el servicio de asesoramiento, la gestión activa y la apuesta por los mercados privados-. En consecuencia, el modelo de negocio de estas firmas se ha vuelto más sofisticado para poder navegar en una industria más competitiva.
La popularidad de la serie Succession, emitida en HBO y que narra las luchas de poder en la familia Roy, crea una imagen exagerada de cómo gestionar el patrimonio y las inversiones familiares. Sin embargo, sí invita a reflexionar sobre lo importante que es hacerlo de forma profesional.
Salvando las diferencias, los family offices vienen a dar respuesta a esta necesidad, enfrentándose a muchos de los retos que retrata la ficción. Estos mismos desafíos son los que están haciendo evolucionar su modelo de negocio en la realidad.
Según el informe Global Family Office Survey Insights 2023, elaborado por Citi, el enfoque principal de los family offices se ha desplazado hacia la gestión patrimonial y las inversiones, y se ha alejado de la búsqueda de la unidad y continuidad familiar, a pesar de ser una de las prioridades que más crece entre las familias. “Más de la mitad de las principales preocupaciones de los grandes patrimonios tienen que ver con preparar a la próxima generación para que sea propietaria responsable de la riqueza y asegurar los objetivos y visiones compartidos por la familia. Esta falta de alineación es preocupante, ya que las principales inquietudes de las familias reflejan la necesidad dual de preparar la riqueza para la familia y a la familia para la riqueza”, señala el informe de Citi.
Como consecuencia, al dar respuesta a esta “necesidad dual”, el modelo de los family offices está evolucionando, impulsado por las características de esta nueva generación de inversores y por un entorno de mercado más complejo. Estos dos motores del cambio llevan asociadas, según explican las propias firmas, tendencias que se han vuelto transversales. Entre ellas destacan una preferencia por la gestión activa y el asesoramiento, una visión más holística de las inversiones, una mayor apuesta por la tecnología, la externalización de algunas tareas, una mayor especialización y profesionalización, y la búsqueda de talento. Todo ello está modificando el modelo de negocio de los family offices.
Borja de Cruïlles y Paolo Mezza, socios de iCapital, defienden que lo que está ocurriendo es que muchas entidades que hasta ahora se ofrecían como asesores financieros se han dado cuenta de que las familias e instituciones han evolucionado y buscan algo más: “Ese algo puede ser un servicio de multi family office. Recordemos que, hace no tantos años, éramos muy pocos los que hablábamos y nos posicionábamos como tal. Para iCapital, el foco de negocio no ha cambiado demasiado, aunque esté en constante evolución y siempre incorporando nuevas ideas, mercados, etc. Pero, si observamos nuestro sector de forma agregada, vemos muchos casos en los que ha cambiado su foco de negocio pasando de ofrecer solo asesoramiento de carteras financieras líquidas a toda una gama de servicios adicionales, y con un posicionamiento de marca y servicios más parecido a lo que nosotros llevamos ya muchos años proporcionando a nuestros clientes”, afirman.
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