Uruguay es una especie de excepción latinoamericana, ya que el peso está siendo una de las pocas monedas de la región que se han apreciado frente al dólar, mitigando la caída de los mercados globales 2022 y abriendo algunas oportunidades que el equipo de inversiones de Nobilis está sabiendo manejar con plena conciencia de la novedad de los tiempos.
Jerónimo Nin, CFA, gerente de Trading e Inversiones Nobilis, explica que las inversiones en moneda local de algún modo “salvaron” un 2022 especialmente duro en los mercados: “Nosotros, desde que arrancó el año 2022, uno de los estudios que hicimos y que revisábamos periódicamente era la conveniencia o no de invertir en moneda local. Y para eso fuimos a mirar la historia y lo que vemos es que la inflación ha superado a la devaluación por casi 3% promedio anual a lo largo de los últimos 80 años, que es lo que hay de información. Y 3% por año es mucho. Cuando vos miras el gráfico año a año (inflación/devaluación), los años de crisis la devaluación en Uruguay fue monstruosa, y lo que siempre nos enseñaron a nosotros es que lo que te protege es el dólar. Pero nosotros estamos ahora tratando de combatir esa manera de pensar porque entendemos que aquel cliente que va a gastar en pesos y está pensando en su jubilación, es innecesario que asuma el riesgo del dólar”, señala.
Todo un desafío, convencer a los inversores uruguayos (o rioplatenses) de confiar en la moneda local en un contexto de inflación alta y de subida de los tipos de interés.
Es un cambio de paradigma total para el mercado uruguayo porque, como explica Jerónimo Nin, “al principio el cliente sigue pidiendo la rentabilidad en dólares y hay que hacerle ver que tiene que pensar en UI (Unidades Indexadas a la inflación). Es algo que da trabajo, pero es realmente un momento especial».
“Además, en el mercado local (si bien nos faltan muchas opciones en acciones y bonos corporativos) a nivel soberano tenemos una curva en UI y en pesos. Ahora tenemos opciones de inversión que hace 25 o 30 años no había. El problema es cuando es el momento específico para vender los dólares, hay que tener mucho estómago para aprovechar los momentos bajistas perdiendo protección”, añade el gerente de Trading e Inversiones Nobilis.
¿Hasta cuándo va a durar este “desacople” uruguayo?
El encargado de “tener ese estómago”es Sebastián Arena, jefe de Trading de la firma uruguaya: “2023 está marcado por lo que va a pasar con la inflación en Estados Unidos y con la Fed. Todo eso va a repercutir fuerte en Uruguay y hay que estar atentos a los cambios de coyuntura. La curva uruguaya tiene una parte corta que está manejada por las Letras de Regulación Monetaria que emite el Banco Central, y una parte más larga por los bonos del tesoro gubernamentales. Nosotros vemos más atractiva la parte en pesos bien corta, con una tasa al 12%, porque es una tasa muy buena y si te vas a la parte más larga, a los bonos, está un poco invertida la curva. Para tomar un poco más de duration vemos más atractivo los bonos en UI con un plazo medio a 5 años que está rindiendo 3,10 o 3,20”
Arena está especialmente pendiente de los flujos que entran en Uruguay y que tienen la clave de los movimientos necesarios para tomar decisiones: “Hay flujos financieros, de capitales de cartera, y otros flujos de la economía real que vienen por la inversión directa, como la construcción de la fábrica de UPM, un récord de exportaciones agrícolas y también del sector servicios. Y todo indica que el nivel de exportaciones se mantendrá muy alto este año (salvo en caso de sequía). Y todo esto se combina con una estructura de mercado especial en Uruguay, donde la realidad es que no hay compradores y los fondos de pensiones, principales inversores, también tienen una visión positiva a largo plazo sobre el peso y, en definitiva, nadie quiere los dólares”, explica Sebastián Arena.
Esta situación históricamente excepcional para Uruguay no debería revertirse en los próximos seis meses, dicen los informes de Nobilis.
Seguir creyendo en la renta variable para una inversión a largo plazo
A la hora de pensar en inversiones globales y en fondos, Mauricio Tchilingirbachian, CFA, analista financiero, tiene la palabra: “Mirando la situación actual y la curva de rendimiento en dólares, la parte corta de la renta fija y del high yield tiene bastante sentido para nosotros, entre otros teniendo en cuenta la necesidad de estar protegidos de las decisiones de la Fed. Además, en caso de que veamos una recesión, la renta fija también es una buena herramienta”
Los asesores financieros y analistas de inversión uruguayos, además de las gestoras, han pasado los tres últimos años defendiendo las cualidades de la renta variable ante un tipo de inversor, el latinoamericano, totalmente apegado a la seguridad de la renta fija. La realidad de los rendimientos terminó por provocar un giro en las carteras, pero 2022 fue un balde de agua fría para los clientes. En ese contexto, ¿cómo volver ahora a la renta fija y explicarlo de forma convincente?
Mauricio Tchilingirbachian no duda: “Siempre que hablamos de renta fija o variable, me gusta empezar hablando de qué horizonte de inversión tenemos. Si el tema es qué es lo que da más retornos a diez años, hace dos años yo decía las acciones y hoy en día sigo diciendo que son las acciones. Pero si hablamos de los próximos doce meses, la cosa cambia y pensamos que los bonos son un mejor activo con menor volatilidad. Pero está claro que no tiene sentido desarmar un portafolio de acciones con un plan que es a diez o quince años”
“Es difícil, hay que tener paciencia, y en el camino uno puede hacer pequeños ajustes para aprovechar las oportunidades, pero sin cambiar la visión a largo plazo”, añade.
Sobre los activos alternativos, el analista de Nobilis reconoce que “tomaron mucha relevancia y la razón es que no había tasa ni retorno en ninguna otra parte del mercado. Y luego, dentro de los alternativos hay mucha variedad, según los objetivos que se busquen. La gran bondad de los alternativos es que te quitan correlación con los activos tradicionales, esas propiedades seguirán siendo necesarias, pero el tema es que hoy, para conseguir renta, pierde un poco de sentido frente a los rendimientos del 8% que se pueden encontrar en los mercados públicos”
“Hay tres grandes categorías de alternativos si los pensamos desde lo que suelen ser nuestros objetivos. Uno es el private equity, otro es el private debt y en tercer lugar están los alternativos (a veces líquidos, a veces ilíquidos) que apuntan a descorrelacionar carteras, como son los hedge funds. El problema es que hoy no es el momento de seguir agregando posiciones en esas estrategias a medida que el mercado público (líquido) va mejorando”, concluye Jerónimo Nin.