La tecnología y la compresión de los márgenes son solo dos ejemplos de las fuerzas que están actuando en la industria de la gestión de activos. Según los expertos de KPMG, hay numerosas megatendencias que están impactando y modelando tanto el sector como a sus jugadores y ante un reto de este tipo solo queda una opción: convertirlo en una oportunidad.
“Las megatendencias sociales, la inversión responsable, la mayor presencia de inversores institucionales, la polarización de los productos, la entrada de nuevos jugadores disruptivos, la relevación de la gestión de los datos, la mayor regulación, los riesgos políticos y de tasas, y el escenario de fusiones de adquisiciones son algunas de esas fuerzas presentes, muy activamente, en la industria de gestión de activos”, resumen desde KPMG.
Como consultora destacan, todo esto supone que el riesgo operacional de las firmas ha crecido en un 26% en los últimos tres años principalmente motivado por la regulación, que supone entre el 5% y el 10% del coste, las crecientes tecnologías y el importante cambio en el perfil de sus trabajadores, “donde la tendencia ha pasado de captar nuevo talento o retener el que ya existe y potenciarlo”.
Esta nueva visión sobre los costes, ha llevado a las gestoras a responder con tres estratégicas, hablando en términos generales: “Han reestructurado los procesos, han optado por la venta low-cost de sus productos y por la digitalización”, señalan desde KPMG fruto de su experiencia asesorando a las propias gestoras. En su opinión, uno de los retos que tienen es con la digitalización que, según los estudios, para 2025 ésta producirá una reducción de 230.000 empleos, de los cuales el 40% son directamente gestión de activos.
En este sentido, las gestoras han intentado hacer una transformación digital de su negocio a la par de que hacerlo más dinámico, por eso una gran mayoría ha ido desarrollando plataformas. La consultora también apunta que los gestores también ha seguido otras estrategias como adquirir otros distribuidores o llegar a alianzas con ellos, buscar aliados entre las firmas fintech o, directamente, inventando productos nuevos. “Por otra de las cosas que las gestoras están haciendo, sobre todo en la parte de wealth management, es transformar la parte de experiencia del consumidor basándose en una mayor personalización, crear procesos específicos, plataformas online para los clientes, menores tarifas y mejorar la comunicación”, añaden.
Lo que ya es una tendencia consolidada, y de la que hemos sido testigo durante los últimos dos años, es que las firmas internacionales han comenzado un proceso de fusiones y adquisiciones. Las gestoras saben que solo las firmas más grandes y con mayor presencia global, y aquellas que están especializadas, sin importante tanto su tamaño, podrán aguantar toda esta presión y cambios. En cambio, las firmas más pequeñas lo tendrán más complicado para sobrevivir. Desde KPMG explican con los motivos que han llevado a las firmas a fusionarse son principalmente tres, “la baja rentabilidad, el incremento de los costes y adquirir empresas de fintech para actualizar su parte más tecnológica”.
Asia a la cabeza
Todas estas transformación se enmarca dentro de un momento en que la industria continúa creciendo, pero no por igual en todas las geografías, sino que Asia encabeza el crecimiento de activos bajo gestión con un 19%, en especial China. “Respecto al año pasado, los activos bajo gestión de China aumentó un 76%, mientras que Europa lo hizo al 22%; en cambio, Estados Unidos sigue siendo el principal centro de toda la industria”, apuntan en otros datos los expertos de KPMG.
La consultora sostiene que China constituye el futuro para toda la industria, ya que continuará aumentando su importancia gracias a su crecimiento económico, a los nuevos polos de riqueza y generación de inversores. “Muestra de esta relevancia es que todos los nuevos jugadores del sector están mirando a Asia y en particular a China”, añaden.
Mucha de la evolución geográfica del negocio de las gestoras dependerá de cómo evolucione la regulación y las políticas fiscales de cada país, cada vez más divergentes. “En general, las gestoras buscan crecer en mercado donde potencialmente hay crecimiento. Pero lo que vemos es que Estados Unidos está empezando a relajar todo lo el tema regulatorio, mientras que la Unión Europea se está intensificando. El motivo es sencillo, las autoridades tienen miedo de que este sector represente un riesgo sistémico y temen que un problema de liquidez acabe arrastrando a toda la economía global. Este es el debate que realmente hay detrás y el que las gestoras tienen que tener en cuenta a la hora crecer”, concluyen.