Natixis ha anunciado dos nuevos compromisos como parte de su política energética y de transición climática. A partir de ahora, la entidad no financiará proyectos dedicados a la exploración y producción de petróleo y gas de esquisto bituminoso (shale oil), ni tampoco en empresas que actúen de forma activa en estos campos.
Además, también ha establecido un calendario de actuación para salir de la industria del carbón. En la Unión Europea (UE) y los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD) la compañía planea completar este proceso para 2030 y en 2040 lo hará a nivel global. En este sentido, también dejará de apoyar empresas que desarrollen la generación de electricidad a través del carbón y la minería térmica de este material.
Ya en 2017, Natixis decidió dejar de financiar proyectos y compañías involucradas en la extracción de petróleo de arenas bituminosas y de petróleo pesado. Ahora, la compañía no apoyará proyectos que participen activamente en la exploración y producción de petróleo y gas de esquisto bituminoso, así como excluirá aquellas empresas que dependan de esta actividad en más de un 25%.
En octubre de 2015, la entidad dejó de financiar todos los proyectos relacionados con la industria del carbón térmico y, hace un año, endureció sus criterios para la financiación de cualquier empresa cuya actividad dependa en más de un 25% de esta energía a nivel global. Con este nuevo compromiso, Natixis busca “retirarse por completo” del sector del cabrón y no apoyará a compañías cuya actividad se base en la generación de energía mediante carbón ni en la minería de carbón térmico. Para ello, la entidad ha fijado 2030 como fecha límite para los países de la UE y la OCDE, y 2040 para el resto del mundo.
Este plazo de retirada es “coherente” con el Escenario de Desarrollo Sostenible (SDS, por sus siglas en inglés) de la Agencia Internacional de Energía (AIE), según aseguran desde Natixis. Para cumplir estos objetivos, la entidad mejorará su diálogo con los clientes, en particular aquellos de la industria energética, para analizar en qué medida la combinación de sus negocios es compatible con las promesas del banco en cada área geográfica. Del mismo modo, Natixis cesará su actividad con aquellos clientes que sigan desarrollando electricidad a través del carbón o minería de carbón térmica.
En los últimos años, el banco ha desarrollado su experiencia en la transición a una economía libre de carbono. En 2019, las energías renovables representaron más del 90% de su financiación en el sector eléctrico. Además, desde el Acuerdo de París, Natixis ha financiado 6.1 GW de capacidad instalada en energías renovables.
“La crisis actual del COVID-19 debería ser una oportunidad para avanzar en la transición energética y reducir el calentamiento global. Natixis está asumiendo estos compromisos con el objetivo de apoyar a nuestros clientes mientras avanzan en la transición de sus negocios, y de proporcionar soluciones financieras concretas en innovadoras”, concluye François Riahi, CEO de Natixis.