La riqueza de las mujeres está creciendo, y hay una tendencia a que las mujeres quieran y tomen el control de sus finanzas. En este contexto, UBS ha analizado cuál puede ser el papel del sector de la gestión de patrimonios para apoyar a las mujeres. “Reconocemos que las mujeres, como segmento, no deben ser un único grupo homogéneo. Los modelos de asesoramiento deben adaptarse a sus necesidades y preferencias personales, y también destacamos la importancia del asesoramiento integral”, apunta como principal conclusión.
El documento, titulado Women and investing Reimagining wealth advice, advierte de que las mujeres no están satisfechas con el asesoramiento actual que reciben, y tienden a valorar más que los hombres la importancia del asesoramiento experto. Un estudio realizado en 2022 por BNY calculó que si las mujeres invirtieran al mismo ritmo que los hombres, podría haber más de 3,22 billones de capital adicional para invertir a nivel mundial, con más de 1,87 billones destinados a una inversión más sostenible y de mayor impacto. “Para ofrecer la experiencia y el asesoramiento patrimonial que buscan las mujeres, los gestores de patrimonio deben reimaginar su propuesta de valor”, sostienen desde UBS.
La entidad reconoce que, desde 2017, han detectado un aumento en el número de mujeres interesadas en tomar el control de sus finanzas. Sin embargo, la llegada de la COVID-19 ha supuesto un reto para las mujeres, dadas las mayores tasas de desempleo que experimentaron durante la reciente «sucesión» y la carga añadida de las responsabilidades de cuidado de los hijos que muchas asumieron como consecuencia del cierre de las escuelas y de la clausura. Sin embargo, consideran que la pandemia también ha tenido un lado positivo. “La mayor precaución ha llevado a las mujeres a tomar más medidas. Ha impulsado a muchas a revisar su situación financiera y a buscar el control de sus destinos”, destacan.
Un factor relevante, según UBS, es que las mujeres muestran menor satisfacción con el asesoramiento patrimonial que existe actualmente, en parte porque consideran que “sus gestores no entienden sus necesidades”. La entidad explica que esta insatisfacción también queda demostrada por la constatación de que el 70% de las mujeres cambian su relación patrimonial por una nueva institución financiera en el plazo de un año tras el fallecimiento de su cónyuge.
Una encuesta de PIMCO sugirió que el 72% de las mujeres, y el 81% de las mujeres millenarias, afirmaron que el sistema de inversión estaba «preparado para ser confuso»; y un factor que contribuyó a ello fue el uso de la jerga. Según las encuestas, a las mujeres les resultaba más desagradable esa jerga que a los hombres, ya que más de un tercio afirmaba sentirla, frente a una cuarta parte de los hombres. “Además de la jerga, las mujeres también solían afirmar que no recibían el tipo de asesoramiento que buscaban y que les ayudaría a tomar el control de sus finanzas. Los gestores patrimoniales deberían tomar nota de que, además de las consideraciones éticas y los claros beneficios de la igualdad de género para la sociedad, el segmento femenino está creciendo rápidamente y presenta una enorme oportunidad de negocio”, indica UBS en su informe.
Según su experiencia hay varios aspectos que hacen que “el viaje inversor” de la mujer sea diferente como, por ejemplo, situaciones vitales como la maternidad, ser algo más reacias a asumir riesgos y preferencias y objetivos de inversión diferentes.
Tres ideas para crear valor
Siendo conscientes de que se tratan de generalidad, el informe de UBS señala tres ideas para mejorar la propuesta de valor de la gestión del patrimonio para las mujeres. En primer lugar, proponen crear un plan de inversión en el contexto de sus objetivos y necesidades. “El impacto de la brecha salarial entre hombres y mujeres y la mayor duración de la vida en el patrimonio de las mujeres puede reducirse si se tienen en cuenta las circunstancias individuales, incluidos los objetivos financieros; si se definen y recomiendan carteras que maximicen la probabilidad de alcanzar esos objetivos;y si se ayuda a las mujeres a sentirse más seguras a la hora de invertir y a comprender la relación entre riesgo y rendimiento”, explican. El documento apuesta por un asesoramiento de inversión personalizado y pertinente que se ofrezca de forma sistemática.
En segundo lugar, proponen focalizarse en el hecho de que las mujeres prefieren invertir en consonancia con sus valores, y a medida que aumenta su riqueza, “están bien posicionadas para impulsar el crecimiento de las inversiones sostenibles y efectuar un cambio social significativo con sus dólares de inversión”. En concreto, según datos recientes de RBC Wealth Management, el 74% de las mujeres afirmaron estar interesadas en aumentar la proporción de inversiones sostenibles en sus carteras.
“Dada la transferencia de riqueza a este segmento de inversores, también esperamos ver un crecimiento continuo de las inversiones sostenibles. En particular, también esperamos un aumento importante de la inversión con perspectiva de género. Se trata de una estrategia o enfoque de inversión que tiene en cuenta los factores de género para avanzar en la igualdad y fundamentar mejor las decisiones de inversión. Las mujeres tienden a tener más confianza en que se invierta su dinero cuando sus valores están alineados con sus inversiones y cuando ven un beneficio social. Las ofertas de asesoramiento y soluciones centradas en la sostenibilidad pueden impulsar un impacto positivo no sólo alentando a más mujeres a invertir, sino también a través de la capacidad de ciertas inversiones subyacentes de contribuir a un progreso social o medioambiental positivo”, argumentan.
Por último, UBS apuesta por un “asesoramiento integral y de confianza en momentos cruciales de sus vidas”. Se refiere a tener en cuenta que, para las mujeres, es fundamental contar con un asesor de confianza que les ayude a afrontar la abrumadora tarea de tomar el control de sus finanzas. “Además, el asesoramiento debe ser integral y reflejar toda la situación financiera. Debe incluir la planificación del patrimonio, la planificación de la herencia y una oferta de seguro de vida. Los objetivos, las experiencias y las expectativas difieren, y los asesores deben abordar cuidadosamente sus respectivas necesidades. Esto incluye las necesidades de las viudas, las hijas de la siguiente generación con herencias y las empresarias. Para este último segmento, por ejemplo, es importante comprender e incorporar las necesidades empresariales a un plan patrimonial y ofrecer un asesoramiento verdaderamente holístico”, concluyen.