Morgan Stanley ha enviado un comunicado –al que ha tenido acceso Bloomberg– para pedir a algunos de sus clientes internacionales que liquiden sus cuentas con el banco o cambien a otra entidad financiera en los próximos 30 días.
Según publicaba la agencia financiera esta mañana, el correo habría explicado a los clientes que «servir a las necesidades de los clientes que residen fuera de Estados Unidos se ha vuelto cada vez más complejo”, y que como resultado de una revisión de sus políticas, el banco con sede en Nueva York habría optado por deshacer la relación con algunos de sus clientes internacionales.
Bloomberg cita una fuente anónima para aclarar que la medida involucra a un porcentaje de cuentas internacionales relativamente pequeñas, lo que lleva a pensar que el riesgo reputacional o incluso legal puede ser la causa de la decisión.
Los activos bajo administración del banco alcanzaron los 2,4 billones al final del año pasado (US$2.4 Trn). El banco registró ingresos récord en la división de wealth management de 4.410 millones de dólares (US$4.41 Bn) en el cuarto trimestre del 2017.
Morgan Stanley, al igual que otras firmas de Wall Street, tratan de defender su cuota de mercado frente al auge de broker-dealers independientes reforzando su negocio de asesoría sobre productos –frente al de correduría– y desarrollando planes para atraer a los inversores más jóvenes.