Microwd ha decidido dar un paso más en su visión sobre los servicios financieros y los microcréditos, y planea crear un fondo que invertirá en los créditos que conceden las cooperativas financieras de Microwd en Latinoamérica. El fondo está pensado para clientes institucionales con un perfil de inversor social y tendrá una entrada inicial de 100.000 euros, distribuidos en tres periodos.
“Se trata de un fondo de inversión libre, que funciona como un private equity, con el que pretendemos dar 15.000 préstamos y llegar a unas 7.500 mujeres emprendedoras en Latinoamérica. El fondo estará gestionado por EBN Banco de Negocios y el depositario será Santander. Tendrá un horizonte inversión de cuatro años de los cuales durante el primer año se hará el desembolso paulatino, los tres siguiente años serán de inversión cerrada y en el quinto año se devolverá la rentabilidad, que estimamos será del 5% hablando en términos netos. Además, el fondo contará con una ventana de liquidez semestral del 2%”, ha explicado Alejandro de León, fundador de Microwd, durante un evento en Madrid, en el que ha explicado su proyecto, en fase de creación.
Según León, su objetivo es dar respuesta al interés por la inversión de impacto a la vez que garantizar ese impacto social en las comunidades de México, Chile, Nicaragua y Perú, aunque también estudian ampliar el foco geográfico de la concesión de créditos a Costa Rica y Paraguay, mercados que actualmente están estudiando. Eso sí, el fondo no superará un patrimonio de 10 millones de euros porque, según ha señalado De León, “creemos que supondría un volumen en el que el vehículo de inversión y la estrategia dejarían de ser eficientes”.
Este lanzamiento llegará después de tres años trabajando en el segmento retail. “Durante este tiempo hemos sido el nexo entre un inversor que quería generar un impacto con su dinero sin renunciar a una rentabilidad atractiva y una demanda de microcréditos, que estamos ofreciendo muy por debajo de nuestros competidores. Ahora hemos querido acercar esta misma posibilidad al inversor institucional que también tiene ese perfil de inversor social. Nosotros no participaremos en la gestión y con este fondo, nosotros obtenemos el mismo rendimiento que el inversor”, ha añadido.
De León defiende que este fondo no sólo traerá rentabilidad a los inversores en un entorno como el actual, ya que sus activos cuenta con una gran descorrelación de los mercados, sino que también generará un impacto social en tres aspectos: aumentará los ingresos de las mujeres en las zonas en las que invierte, mejorará la vivienda de esas mujeres y ayudará a que ahorren para la educación de sus hijos.
En este sentido, el fondo engancha con la actividad de Microwd que se centra en la concesión de microcréditos a mujeres de Latinoamérica con el objetivo de que puedan desarrollar una iniciativa empresarial y con ello salir de la pobreza, además de lograr una rentabilidad. La compañía trabaja con socios locales para identificar aquellas emprendedoras de alta calidad que demandan un microcrédito y su fin es poder ofrecérselo a un menor tipo de interés.
“En los años que llevamos trabajando hemos aprendido que la clave está en ofrecer un producto de calidad que haga que las emprendedoras quieran trabajar con nosotros, eso sí tenemos un proceso muy selectivo para conceder crédito solo a aquellas iniciativas y personas de calidad. Nuestro producto se caracteriza por ser préstamos de gran importe, contextualizando lo que esto significa en Latinoamérica, a tipos de interés súper bajos, no penalizar el retraso en el pago de las cuotas y no pedir aval. Para nosotros la clave está en ser capaz de ofrecer más productos, como planes de pensiones y seguros, porque entendemos que es necesario una bancarización, entendiendo como tal el dar acceso a una diversidad de productos financieros”, ha explicado De León.
Microwd es una iniciativa que busca aunar los microcréditos y la tecnología principalmente entre las mujeres latinoamericanas. Comenzó trabajando en Nicaragua en 2009 cuando a través de la ONG Asociación de Maestros y Alumnos Solidarios, comenzaron a becar a los niños de la comunidad de Chinandega, apoyándoles con material escolar y libros.