2018 fue un año difícil para todos los tipos de activos, pero “no hay que desesperarse”. Michael Barakos, responsable de inversiones de renta variable europea de JP Morgan Asset Management, recuerda que, históricamente, a las etapas complicadas suelen seguirles otras con retornos por encima de la media. “Ahora, hay que centrarse en los ingresos y las valoraciones”, asegura.
En un desayuno en el Club Financiero Génova de Madrid, organizado por la gestora en colaboración con EFPA España, Barakos destacó las grandes diferencias entre los retornos de los dos últimos años. En 2017, solo el 1% de los distintos tipos de activos registró un rendimiento negativo y, en particular, la renta variable se desempeñó muy positivamente (entre el 20% y el 30%). Esto hizo que comenzaran 2018 “muy emocionados”, pero después llegó la “decepción”: 9 de cada 10 activos tuvieron una rentabilidad negativa y, en su mayoría, de doble dígito.
“2018 fue complicado, pero lo importante es que sabemos identificar por qué. Es muy difícil pronosticar lo que va a ocurrir en los mercados ahora, aunque la historia sugiere que deberíamos ver una mejora de los retornos”, señala el CIO de renta variable.
Barakos asegura que la debilidad de los mercados de renta variable del pasado año se debió, fundamentalmente, a la caída de los múltiplos de valoración, provocada por factores como el Brexit o la guerra comercial. Además, el paso de la expansión cuantitativa (QE) al endurecimiento cuantitativo (QT) produjo una salida de dinero de los activos de riesgo que también impactó en los mercados bursátiles.
Para él, lo importante es prestar atención al crecimiento de los ingresos corporativos y a las valoraciones, aunque no sea “tan bueno como en otras ocasiones”. En este sentido, el año pasado, los primeros aumentaron un 20,4% en Estados Unidos y un 4,1% en Europa, donde se estima que porcentaje crezca hasta el 6,7% en 2019 (frente al 5% de EE.UU.)
Mientras, las valoraciones de la renta variable europea son “clave”. Con los fuertes descuentos de hoy en día, ofrecen oportunidades para los inversores. “Ciertamente, no van a superar los retornos de doble dígito de la última década, pero porque va a ser un entorno de rentabilidad más baja para cualquier tipo de activo”, asegura Barakos.
Al valorar el periodo de beneficios del primer trimestre, señala que ha sido bueno en términos de volumen, pero algo decepcionante en márgenes. “El contexto actual puede ser problemático, pero nuestro sentimiento es que, hacia mitad de año, la mejoría de la confianza de los consumidores será un buen catalizador para los mercados y habrá retornos más sólidos”, afirma. Por ello, los inversores “continuarán ganando en el medio y el largo plazo”.
Barakos hace referencia al JPM Europe Equity Plus, un fondo lanzado por la gestora hace 12 años. Con 2.800 millones de euros en activos bajo gestión, cuenta con un rendimiento a 10 años del 14,61%, frente al 10,79% del índice de referencia. “Su rentabilidad trimestral es consistente, con una media de entre el 3% y el 4%, y nunca se ha desempeñado de forma negativa más de dos trimestres seguidos”, destaca.
Energía y banca
Por sectores, aunque se mantiene bastante neutral, el más sobreponderado es el de la energía (10,8% de la cartera) y, en concreto, el de las renovables. A esto contribuye el hecho de que Europa se encuentre “a la vanguardia” de la apuesta por la inversión socialmente responsable. Mientras, el sector que más ha reducido su peso es el de la banca, con un 6,8% (un 2,5% menos que el índice de referencia).
“Los tipos negativos están matando a los bancos en Europa (…) Antes eran nuestra mayor sobreponderación en nuestro fondo de valor (JPM European Strategic Value), pero, hoy en día, nuestra visión es la contraria: pueden ser una trampa de valor”, señala.
Barakos destaca que, desde hace 20 años, su equipo permanece prácticamente igual y es el mismo para la estrategia de crecimiento que para la de valor. “Es una circunstancia bastante única y se trata de la mejor muestra de nuestra capacidad”, señala, al referirse al JPM European Strategic Growth y al JPM European Strategic Value, lanzados, ambos, en el año 2000.
“Durante la primera década de su existencia, el valor registraba los mejores retornos, pero en la última década, el protagonista ha sido el crecimiento”, declara al puntualizar que no son factores excluyentes. Este desempeño superior del crecimiento se ha debido a la baja rentabilidad de los bonos, cambios estructurales genuinos en los mercados y una volatilidad moderada, no demasiado extrema. El único factor que pesa en contra del crecimiento es que los spreads de las valoraciones no sean extremos.
Con todo, insiste en que los retornos a largo plazo se mantendrán fuertes para la renta variable europea. La clave a la hora de seleccionar las empresas que formarán parte de sus fondos reside en la calidad de éstas, si están valoradas de forma atractiva y si es un buen momento para invertir en ese tipo de negocios.