En un momento de marcada incertidumbre y creciente volatilidad en los mercados, las gestoras hacen gala de sus mejores fondos, ideas de inversión y gestores. Este es el caso de Stuart Rhodes, gestor del fondo M&G (Lux) Global Dividend, que lleva 15 años en la firma y que defiende que una de las mejores estrategias para un entorno como el actual es invertir en empresas globales capaces de generar dividendos sólidos y consistentes.
Esa es la esencia del fondo M&G (Lux) Global Dividend que gestiona y que fue lanzado en 2008. “Nos interesamos por empresas se hacen crecer sus dividendos año tras año. Para ello nos enfrentamos a la constante pregunta y análisis de qué puede hacer crecer los dividendos de forma sostenible de una empresa e identificamos aquello que no los hace crecer”, explica Rhodes.
Según afirma, se siente orgulloso de cómo ha ido evolucionando este fondo, ya que ha logrado ofrecer un yield superior al mercado. “Uno de los aspectos en los que hay que poner bastante atención es el valorar el potencial de crecimiento que tiene la empresa y contrastarlo con el valor de sus acciones, porque en ocasiones este es muy alto”, añade. Rhodes está convencido que esta estrategia de inversión no tiene por qué limitarse a emular las rentabilidades de la renta fija.
El gestor explica que este tipo de estrategia tiene un sesgo defensivo, lo que permite que aguante bien durante las fases bajitas, aunque se queda algo rezagada en el momento que el mercado repunta. Este sesgo defensivo ha quedado patente durante la reciente fase de turbulencia bursátil: las estrategias de dividendo brindaron protección durante las caídas de octubre y diciembre, pero muchas no pudieron participar en la recuperación del mercado en enero. Teniendo en cuenta la realidad de un entorno de mercado cambiante, ¿cómo pueden los inversores acceder a la seguridad de los dividendos sin quedar a merced de los vaivenes del mercado?
“Básicamente invertimos en tres áreas del mercado: empresas grandes de tipo defensivo, empresas más cíclicas y empresas con un crecimiento estructural de dividendos. Las primeras son empresas consistentes y bastante populares, que tienen buenas políticas de dividendos. El problema que tienen los fondos que sólo buscan invertir en este tipo de empresas es que sus acciones se suelen poner caras. Por eso nosotros también enfocamos la cartera hacia las otras dos áreas que comentaba. En este sentido, las empresas más cíclicas son más sensibles y más dependiente del crecimiento del PIB, pero nos aporta que sus dividendos crecen rápido ofreciendo un retorno menos sostenible, pero nos gusta por la rentabilidad que ofrecen y porque el precio de sus acciones sufre menos estrés”, explica.
Por último, Rhodes menciona que las empresas con un crecimiento de dividendos estructural –la tercera área del mercado en la que se fijan– son también empresas muy populares y tipo growth. “La única forma de entrar en estas empresas es esperar a que haya una caída de mercado y su precio ofrezca una buena ventana de entrada”, matiza.
Este planteamiento a la hora de construir la cartera considera que aporta diversificación y equilibrio entre un tipo de empresas más defensivas y otras más cíclicas. “Somos muy cuidadosos a la hora de seleccionar las compañías que forman parte de cada uno de nuestros tres presupuesto, buscando en el primer y último caso que los dividendos sean sostenibles. Por ejemplo, a la hora de buscar empresas más de tipo growth miramos bien su nivel de endeudamiento. Creo que la parte de calidad y empresas con un dividendo sostenible va a ser cada vez más importante de cara al contexto de mercado hacia el que vamos”, añade
En este sentido, y fruto de los últimos año, Rhodes comenta que han observado un mayor endeudamiento en el mercado y una ligera burbuja en ciertos precios del mercado de renta variable. De cara a este año espera mayor volatilidad, con subidas y bajadas en las bolsas que “será nuestra oportunidad para entrar en compañías que nos gustan”, matiza.
El gestor considera que los fundamentales del mercado sigue siendo sólidos y se muestra optimista respecto a la evolución de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, ya que todo indica que están próximos a un acuerdo comercial. “Mi postura es concentrarme en las oportunidades de compra que hay en el mercado ahora que parece que se está rebalanceando tras las caídas de diciembre de 2018”, concluye Rhodes.