M&G ha anunciado el primer cierre de su segundo Specialty Finance Fund con 155 millones de libras esterlinas procedentes del fondo Prudential With-Profits Fund y de un fondo de pensiones nórdico. Esta estrategia, que se ha puesto como meta un cierre definitivo con en torno a 750 millones de libras, está diseñado para inversores institucionales que buscan rentabilidades cercanas aunque inferiores al 10%.
Según explica la gestora, el M&G Specialty Finance Fund II invierte en carteras de créditos principalmente de consumo e hipotecarios residenciales en la OCDE, con sesgo hacía Europa. En este sentido, el fondo recurre a la financiación de términos y la titulización para mejorar las rentabilidades ajustadas al riesgo que podrían derivarse de esta clase de activos, y sigue un modelo de gestión activa.
“El crédito al consumo en Europa está dominado por los bancos minoristas, pero los cambios regulatorios generalizados han animado a las entidades a encontrar maneras de gestionar sus balances y su capital de manera más eficaz. En los últimos años, los gestores de activos se han lanzado a aportar capital de largo plazo a este mercado en nombre de inversores institucionales que buscan ingresos de largo plazo y diversificación con una prima de rentabilidad frente a los mercados cotizados”, explican desde la gestora.
Además, consideran que debido a esto, los bancos han transferido periódicamente carteras de hipotecas residenciales y créditos al consumo a inversores institucionales cuidadosamente seleccionados, al tiempo que seguían encargándose del servicio de los préstamos y manteniendo relación con los consumidores finales.
Desde que creó en 2017 un equipo dedicado en exclusiva a financiación especializada, M&G ha invertido casi 1.000 millones de libras en el mercado a través de una serie de fondos, vinculando lotes de hipotecas residenciales y créditos al consumo por más de 15.000 millones de libras de más de 25 contrapartes distintas. El equipo cuenta con el apoyo del gran grupo de análisis de renta fija de M&G, que incluye 16 analistas especializados en titulizaciones de activos (ABS, por sus siglas en inglés) dentro de la división Private & Alternative Assets de M&G, que gestiona con 65.000 millones de libras.
Según explican, el equipo hace acopio de activos de diversas maneras, como por ejemplo adquiriendo pólizas vigentes de créditos ya originados procedentes de balances bancarios, empresas financieras no bancarias y otros intermediarios, con asociaciones para la originación con bancos y plataformas de financiación no bancaria innovadoras (como la prolongada alianza de M&G con Finance Ireland), o comprando tramos mezzanine o junior de carteras de hipotecas residenciales o créditos de consumo en transacciones externas y privadas.
“Los inversores institucionales, incluidos los fondos de pensiones y las aseguradoras, no han invertido tradicionalmente demasiado en los flujos de caja estables y la protección frente a la inflación que pueden aportar las carteras de créditos al consumo e hipotecas con tipos de interés variable. Hacer que estos activos estén disponibles genera importantes oportunidades para los inversores que buscan diversificar y las rentabilidades potencialmente elevadas ajustadas al riesgo que ofrecen estos lotes de activos de gran calidad”, indica William Nicoll, director de inversiones de la división de Activos privados y alternativos de M&G.
Por su parte, Jerome Henrion, jefe del equipo de financiación especializada de M&G, destaca que en los últimos dos años, el mundo ha experimentado el mayor rescate a los consumidores jamás visto y a pesar de los obstáculos, los consumidores europeos gozan en general de una buena salud financiera. “Esto, junto con los cambios regulatorios que han llevado a los bancos a trasladar a regañadientes algunas de estas carteras fuera de sus balances para no tener que mantener los colchones de capital a los que obligan las autoridades para cubrirlas está dando lugar a un mercado apasionante”, apunta.
En opinión de Henrion, este tipo de activos ha demostrado su resistencia a lo largo de ciclos económicos y ha aportado estabilidad y seguridad. “Dado que los bancos han introducido requisitos de aseguramiento más estrictos en la última década, el crédito al consumo se ha ido volviendo progresivamente más vigoroso y seguro. Se calcula que en todo el mundo hay balances de créditos al consumo por valor de 28,5 billones de dólares, lo que significa que esta oportunidad del mercado tiene un importante potencial de crecimiento y de que aumente la participación de los inversores institucionales con capital flexible, destrezas analíticas y la capacidad para aportar a las contrapartes certeza de ejecución”, concluye.