De enero a marzo de 2013, México registró 4.988 millones de dólares por concepto de Inversión Extranjera Directa (IED), un 14% mayor al monto originalmente reportado para el mismo periodo de 2012, cuando fue de 4.372 millones de dólares, informó el Gobierno mexicano.
La cifra de IED únicamente considera inversiones realizadas y formalmente notificadas ante el Registro Nacional de Inversiones Extranjeras a la fecha; de ahí su carácter preliminar, por lo que podría sufrir actualizaciones al alza en próximos trimestres.
Se trata de la cifra más alta dada a conocer para un primer trimestre desde 2007 y supera en un 22% el promedio de las cifras preliminares para cada primer trimestre en los últimos cinco años. La inversión llegó de 1.767 sociedades con capital extranjero y se integra de la siguiente manera:
Por tipo de inversión: 3.068 millones de reinversión de utilidades, 2.200 millones de cuentas entre compañías y -280 millones de nuevas inversiones, que corresponde al rumbo de «nuevas inversiones» y obedece a la adquisición de acciones en poder de inversores extranjeros por parte de nacionales. Esto incluye la adquisición de Afore Bancomer por parte de Banorte y el Instituto Mexicano de Seguro Social.
Por sector: 65% en manufacturas, 18% en comercio, 4% en servicios profesionales, 3% en minería y 2% en construcción; el 8% restante se canalizó a múltiples sectores de la economía nacional.
Por país de origen: 49% de Estados Unidos de América, 12% de Alemania, 11% de Japón, 7% de España y 6% de Países Bajos; el restante 15% se originó de 47 países más.
La cifra de IED es elaborada con base en los mejores estándares internacionales y revisada conjuntamente con el Banco de México.
La cifra actualizada para 2012 asciende a 13.431 millones de dólares, 6% más de lo reportado preliminarmente (12.659 millones).
La IED constituye un concepto económico que contempla únicamente transacciones entre inversionistas extranjeros y sus empresas establecidas en el país; no incluye proyectos financiados por otros medios, tales como préstamos bancarios o fuentes diferentes a las provenientes de los accionistas extranjeros.
