A medida que crece la participación de las mujeres en las actividades económicas y aumenta su potencial de ingresos, las mujeres inversoras se están convirtiendo en una fuerza cada vez más importante en la gestión de patrimonios. Un dato que apoya esta reflexión es que, en la actualidad, alrededor de un tercio de la riqueza mundial está en manos de mujeres, con cerca de la mitad de esta en los EE.UU., donde las mujeres controlan más de 10 billones de dólares en activos.
Además, en 2030, la generación del baby boom estadounidense invertirá más de 30 billones de dólares en activos financieros, cifra que se aproxima al PIB anual de EE.UU. En el caso de mientras que en Europa Occidetal, las mujeres poseen alrededor de un tercio de los activos gestionados. Este auge de la riqueza también se refleja en el porcentaje de mujeres millonarias y multimillonarias en todo el mundo, que sigue alcanzando cifras récord. En 2000, solo había cuatro mujeres en la lista de las 100 personas más ricas del mundo, pero en 2024, este número había alcanzado las 15.
“A medida que las mujeres se hacen más ricas, sus oportunidades para invertir se amplían, lo que aumenta la importancia de las inversoras, equipándolas con las herramientas y los recursos adecuados. Un informe de 2019 estimaba que, para 2025, el 60% de la riqueza del Reino Unido estará en manos de mujeres, que a menudo asumen el control del patrimonio familiar cuando fallecen sus maridos”, señala DWS en su último informe.
Respecto a Asia, se estima que la riqueza total de las mujeres, excluyendo Japón, alcanzó los 13 billones de dólares en 2019 y llegará a los 19 billones de dólares este año, lo que convierte a la región en la de mayor tasa de crecimiento de la riqueza de mujeres en el mundo. “Esto también significa que se espera que, para finales de 2023, las mujeres en Asia posean más activos de riqueza que las mujeres de cualquier otra región del mundo fuera de América del Norte”, apuntan desde la gestora.
En este sentido, en Asia, la inversión de las mujeres cobra más importancia en caso de divorcio o separación, ya que las mujeres tienen una mayor dependencia de los hombres para obtener ingresos que en otras partes del mundo. En China, más del 80% de las mujeres urbanas desean volverse más independientes económicamente, mostrando una motivación más fuerte que los hombres para el empoderamiento financiero, según una encuesta reciente. Otras encuestas muestran que las mujeres esperan volverse financieramente independientes a los 37 años, cuatro años antes de lo que esperan los hombres. Además, el 82% de las mujeres encuestadas en otro estudio manifestó querer tener un mejor control de su situación financiera.
Perfil inversor
Con estos datos sobre la mesa, no hay duda que el potencial de las mujeres como inversoras es una realidad, ahora bien ¿qué frenos se encuentran? Según apunta la literatura académica, uno de los principales motivos es la actitud hacia el riesgo, en concreto, que son más adversas al riesgo que los hombres.
“Un estudio de 2018 realizado por Falk et al. mostró que, condicionadas a otros factores, las mujeres son significativamente menos tolerantes al riesgo que los hombres en todo el mundo. Esto está en línea con investigaciones similares de Dohmen et al. en 2011, que encontraron que, entre la población adulta alemana, no solo las mujeres son más adversas al riesgo que los hombres en general, sino que esta actitud hacia el riesgo se mantiene en todos los aspectos de la vida: en los deportes, la conducción, los asuntos financieros, la carrera profesional y la salud, incluso después de controlar una serie de factores demográficos y económicos”, explican desde DWS.
La segunda característica reseñable es que las mujeres no solo tienen el potencial de invertir más, sino que sus inversiones también tienden a generar mayores rendimientos en un período de 10 años. El informe señala que varios factores pueden explicar estas diferencias, incluidos el menor volumen de transacciones, mantener las inversiones durante las caídas del mercado, usar órdenes de stop-loss y seguir más de cerca los consejos de su asesor financiero en comparación con los hombres.
En tercer lugar, el informe señala que las mujeres desean alinear sus inversiones con sus objetivos y son más propensas a invertir en función de objetivos sociales y ambientales. De hecho, la Encuesta de Sentimiento de Inversión de UBS destacó que el 71% de las mujeres considera la sostenibilidad al tomar decisiones de inversión, en comparación con el 58% de los hombres.
“Esta tendencia también es evidente entre los fondos de inversión; las firmas de capital privado que son al menos en un 50% propiedad de mujeres tienen un 6.8% más de probabilidades de perseguir inversiones de impacto, que apuntan a factores ambientales o sociales específicos, según un estudio de académicos del Reino Unido, Irlanda, Bélgica y los EE.UU. En cuanto a los objetivos ambientales y sociales, un estudio encontró que la pobreza, la atención médica y el cambio climático estaban entre los temas más importantes para las mujeres”, concluye el informe.
Mirando a la industria
¿Y qué hay de la industria? Según apunta el informe, en el sector de la gestión de activos, en todo el mundo, aproximadamente 1 de cada 8 gestores de fondos es mujer. «Esa proporción no ha cambiado significativamente en más de una década, incluso a medida que han crecido los equipos y se han incorporado más profesionales al sector. En 2022, sólo alrededor del 12,5% de los gestores de carteras de fondos con sede en EE.UU. eran mujeres, casi sin cambios desde hace 10 años, mientras que sólo alrededor del 26% de más de 10.000 fondos en EE.UU. estaban dirigidos por un equipo que incluía al menos a una mujer», indica el documento.