La última lista de los financial advisors mejor valorados en la industria de Miami deparó varios nombres habituales y una sorpresa. Maximai Investment Partners, con dos años de vida y clientes internacionales, se hacía un hueco entre los once mejores del ranking elaborado por AdvisoryHQ.
Pero pese a que este RIA nació en septiembre de 2016 con el respaldo de Dynasty Financial Partners desde Nueva York, detrás se encuentra un equipo de profesionales con una larga trayectoria. Elizabeth van Walleghem, banquera senior y fundadora, y Alejandro Behrens, managing director, provienen de un equipo de banqueros de Merrill Lynch que llevaba internamente el mismo nombre y que tenía una exposición importante a inversiones alternativas. Es decir, trabajaba buscando para sus clientes inversiones en activos que no tuvieran una correlación directa con el mercado.
“Con todos los cambios que se llevaron a cabo en Merrill Lynch dentro de la plataforma de negocio internacional, se tomó la decisión de que la mejor alternativa tanto para nuestros clientes como para nosotros era movernos hacia el lado independiente y ahí surgió esta compañía”, explica Behrens.
Junto a ellos, trabajan Thomas J. (Jim) Butler, III, cofundador, y Daniella Viete, COO y miembro asociada. Maximai gestiona para sus clientes 225 millones de dólares.
Planes de expansión
“Nuestros clientes son globales, pero obviamente tenemos un enfoque muy fuerte en la región de Latinoamérica, principalmente Venezuela, Panamá, México, Perú y el Caribe. Definitivamente Perú y México son mercados en los que tenemos muchas ganas de crecer porque pensamos que hay un potencial importante”, aclara el managing partner de la firma.
En el caso de Perú, el modelo de ‘family office’ al que se aproxima la oferta de Maximai se ha vuelto cada vez más conocido y necesario para familias de alto patrimonio. Behrens cree que el cliente peruano ha entendido cada vez más las ventajas competitivas que ofrece este modelo y exige una mayor transparencia y eficiencia de costos.
Con respecto a México, cuenta, la firma ha detectado que, a raíz de la incertidumbre política, el interés en trabajar con instituciones estadounidenses se ha ido incrementando cada vez más.
“En ambos países ya tenemos una base establecida desde hace un tiempo y la idea es expandirla aún más. También estamos creando alianzas estratégicas con family offices locales en ambos países donde existan oportunidades de crecimiento conjunto”, afirma.
Producto demandado
Preguntado por el tipo de producto que demandan ahora mismo sus clientes, Behrens da por sentado que la privacidad y confianza son parte evidente del núcleo de su negocio, igual que debe serlo para cualquier jugador de esta industria, y después de eso, lo que piden las familias es transparencia en costes.
“En términos de producto, muchos de nuestros clientes han querido movilizarse fuera de los fondos mutuos en general. Porque al final del día se han dado cuenta de que los fees son cada vez más importantes. Sí sentimos que los clientes con el tiempo se han vuelto muy sensibles a los costes y muchos fondos se están quedando atrás precisamente por este tema”, explica Behrens.
Precisamente por esto, las peticiones de las familias han ido encaminadas hacia productos con resultados similares a los fondos, pero más competitivos en términos de costos. Esto ha llevado a Maximai a movilizarse más hacia el modelo de ETFs.
“Este tipo de modelo es ahora una parte fundamental en nuestro negocio y lo trabajamos muy de cerca con Blackrock. También, le hemos dado un gran enfoque a los SMA’s (Separately Managed Accounts) Esto no quiere decir que ya no usemos fondos mutuos, evidentemente continuamos implementando aquellos que aún tengan sentido para nuestros portafolios pero en menor escala”, apunta.
Otra de las diferencias con el trabajo en la división de wealth management de un gran banco es que pese a tener oficina solo en Miami, los dos banqueros, Elisabeth y Alejandro, viajan constantemente a visitar a sus clientes. “Es algo que nos sigue pareciendo una parte esencial del negocio. Afortunadamente, siendo Miami un lugar de paso para los latinoamericanos, muchos de nuestros clientes vienen personalmente a nuestra oficina y ahora podemos viajar libremente a visitar a aquellos que no vienen con frecuencia”, concluye.