En un contexto de incertidumbre económica y transformaciones en los mercados globales, la gestión del patrimonio se ha convertido en un pilar fundamental para garantizar la estabilidad financiera y el crecimiento sostenible de las grandes fortunas. La volatilidad de los mercados, los cambios en la regulación fiscal y financiera, así como las fluctuaciones en los tipos de interés y la inflación, han llevado a los inversores a buscar estrategias más sofisticadas y diversificadas para proteger su capital.
En este escenario, Norz Patrimonia, firma boutique de asesoramiento patrimonial y financiero, se posiciona como un referente en la gestión de patrimonios familiares y empresariales de alto nivel, combinando un enfoque personalizado con principios de sostenibilidad y responsabilidad social. “Nuestra misión es maximizar el valor de las inversiones de nuestros clientes mientras se preservan sus legados familiares. Para ello, diseñamos estrategias adaptadas a cada perfil inversor, incorporando criterios ESG en todas nuestras recomendaciones”, explica Ramón Alfonso, socio fundador de Norz Patrimonia.
Los grandes patrimonios requieren una gestión integral que abarque aspectos clave como la planificación fiscal, la sucesión, la filantropía y la inversión en activos estratégicos. Según Alfonso, “es fundamental distribuir el capital de manera equilibrada, asegurando una parte destinada a la preservación del capital y otra a activos con mayor potencial de rentabilidad, asumiendo cierto nivel de volatilidad”.
De acuerdo con estudios recientes sobre family offices internacionales, la distribución típica de activos incluye un 28% en renta variable, un 22% en private equity, un 19% en renta fija y un 10% en inmobiliario, entre otros. “En Norz Patrimonia ajustamos estas estrategias a las necesidades específicas de cada cliente, combinando inversiones líquidas y no líquidas para optimizar la rentabilidad”, añade Alfonso.
Private equity y sostenibilidad: tendencias en auge
Uno de los sectores que ha despertado mayor interés en los últimos años es el private equity, especialmente en sus variantes de venture capital y capital semilla. “Entre los grandes patrimonios es habitual la inversión en proyectos empresariales, ya sea a través de fondos especializados o mediante inversión directa en compañías con alto potencial de crecimiento”, señala Alfonso.
Además, el mercado de activos ESG ha experimentado un crecimiento exponencial, pasando de 13,7 billones de dólares en 2014 a 54 billones en 2024. “Cada vez más inversores incorporan criterios de sostenibilidad en sus carteras y ven la filantropía como parte de su compromiso con un mundo mejor”, afirma el socio de Norz Patrimonia.
Gestión del riesgo y planificación del legado
En un contexto geopolítico volátil, la diversificación es clave para la protección del capital. “Muchos grandes patrimonios mantienen una reserva de liquidez para afrontar momentos de incertidumbre sin necesidad de liquidar inversiones estratégicas. Además, recurren a herramientas como seguros y productos derivados para minimizar el impacto de la volatilidad del mercado”, explica Alfonso.
Otro aspecto crucial en la gestión patrimonial es la planificación hereditaria, un proceso que permite garantizar la continuidad del legado familiar y evitar conflictos en la sucesión. “Acompañamos a nuestros clientes en el diseño de estructuras eficientes que protejan el patrimonio y faciliten su transmisión generacional”, concluye.
Con un equipo de expertos en gestión de inversiones y fiscalidad, Norz Patrimonia sigue consolidándose como un aliado estratégico para familias y empresas que buscan maximizar su patrimonio con una visión de largo plazo y un fuerte compromiso con la sostenibilidad.