La historia de March Gestión de Fondos es la historia de una boutique con todos los ingredientes necesarios para crecer, dentro y fuera de España. Aunque su director general, José Luis Jiménez, asegura que no tienen presión por hacerlo, muestra orgulloso las cifras de un patrimonio que consiguieron elevar el año pasado en cerca de un 50%, hasta los más de 3.500 millones de euros que tenía a cierre de septiembre. Y, aunque su objetivo es “hacer las cosas bien y no empezar la casa por el tejado”, cree que el baremo de los 5.000 millones podría estar a la vuelta de la esquina.
Un crecimiento que no solo confinan dentro de las fronteras españolas sino también fuera. Prueba de ello fue su decidida apuesta por registrar en Luxemburgo tres de sus productos estrella (la sicav Torrenova, y los fondos March Vini Catena y Family Businesses, con clases en dólares y libras), con los que suma cerca de 500 millones de euros incluidos en el patrimonio total, y sus ambiciosos planes en la sicav luxemburguesa: con estos productos y con el potencial registro de otros de sus fondos españoles en dicha sicav, según comentó Jiménez en una entrevista a Funds Society, la gestora pretende tener la “mayor sicav española en Luxemburgo” en un periodo de dos años, superando los 1.000 millones de la que ahora ocupa el primer puesto.
Aunque Jiménez cree que en un principio la mayor parte del crecimiento vendrá de clientes españoles, confía en que también será potente el apoyo internacional con el tiempo. Algo que explica el registro de la sicav luxemburguesa en mercados europeos -aparte de España- como Italia, Suiza, Reino Unido, Austria y Alemania, país en el que estará registrada antes de final de año. Pero, además de Europa, March Gestión mira también a Latinoamérica, inicialmente a mercados como Chile o Colombia, donde pretende llegar a bancas privadas o family office. Para tener éxito en esta misión, la gestora acaba de llegar un acuerdo con la chilena CorpBanca, según el cual ambas entidades se apoyarán para impulsar sus activos en Europa y Latinoamérica, por lo que March Gestión se servirá de las plataformas de su socio para crecer en el mercado latino.
Y cree que tiene producto para cautivar a los inversores, que pueden ver alternativas interesantes de inversión a sus productos tradicionales. Por ejemplo, con Torrenova, cuyo concepto de coinversión ve atractivo para los family office (y fondo que invierte casi un 2% de su patrimonio en México) o el fondo que invierte en negocios familiares, muy populares en Latinoamérica. También el Vini Catena, su fondo que apuesta por compañías cotizadas centradas en la cadena alrededor del negocio del vino y que invierte un 2,5% de sus activos en la bodega chilena Concha y Toro. Así pues, Latinoamérica ofrece atractivas oportunidades de inversión y también de potenciales inversores para sus fondos.
Los requisitos para exportar
Pero no cree que todo el mundo tenga capacidad de exportar. Según Jiménez, es una aventura que cada uno debe emprender en función de sus objetivos, o de su experiencia internacional, y que no tiene por qué extenderse a todas las entidades. March Gestión dio el paso porque a su parecer cuenta con una buena tarjeta de presentación, productos con valor añadido, diferenciados y en los que la entidad tiene una especialización, lo que considera una oportunidad para crecer fuera. Productos que puedan ganar el tamaño mínimo exigido por los inversores y competir con los grandes jugadores internacionales. Además de eso, Jiménez reconoce que en los últimos meses ha sido de gran ayuda la mejoría de la marca España, en la medida en que los inversores han pasado de un rechazo total a ver oportunidades en el país. De ahí que se muestre satisfecho de su experiencia y asegure, sin dudar, que repetiría la aventura de salir fuera si tuviera que volver atrás.
También reconoce que cuenta con un arma, el de la marca UCITS, que cree que tiene una oportunidad tanto en Latinoamérica como en Asia aunque matiza que eso ocurrirá “siempre que no se vuelva demasiado endogámica”. Jiménez pide que UCITS tenga un alcance más global, y vaya incorporando otras jurisdicciones. Pide que tenga un “mínimo común denominador” que asegure que en otras regiones se pueden lanzar fondos con la marca. “Hace falta que el regulador tenga amplitud de miras en un mundo global”, dice. En caso de que no se haga, cree que será otra barrera proteccionista que solo beneficia a las grandes entidades y perjudica al inversor que busca el verdadero talento y la mejor opción para su cartera.
De hecho, y frente a las dificutades para que ese talento salga a la luz en un mundo marcado por la arquitectura guiada y el poder de distribución de los grandes, March Gestión puso en marcha, junto a otras entidades, el proyecto GBAM, que reuné a boutiques de todo el mundo con el objetivo de intercambiar sus experiencias y conocimientos. Un grupo en el que está la chilena CorpBanca o la mexicana GBM y al que podrían unirse en breve otras entidades de Sudáfrica, Brasil, Reino Unido, Suiza o Hong Kong. “Entre las diez compañías que más venden en Europa, la mitad son estadounidenses pero eso no ocurre al mirar el mercado americano. Hay algo en Europa que no hemos hecho bien y eso puede servir de aviso para las gestoras latinoamericanas, para reflexionar dónde está el papel de las entidades especializadas y las boutiques”, comenta Jiménez.
En su experiencia en GBAM, ha tratado con varias gestoras latinoamericanas y considera que que hay conocimiento, talento, diversidad y buenos equipos. Jiménez vislumbra el surgimiento de entidades o boutiques especializadas en la región, y pide el desarrollo de buenos selectores de fondos que garanticen que la calidad llegue al cliente final. “Son los guardianes de la calidad en un mundo donde el tamaño manda”, apostilla.