Hace unos años, el cliente de aseguradoras como Mapfre buscaba productos de ahorro conservadores y con garantía, ligados además a unos tipos de interés que aseguraban unos retornos atractivos. Pero el cambio en el entorno de tipos en los últimos años y la creciente sofisticación de los clientes llevaron a la firma a reinventar su estrategia, y a lanzar una plataforma de arquitectura abierta que les permite distribuir productos –incluidos fondos- tanto propios como de terceros.
Antonio Huertas, presidente de Mapfre, recordó, en el marco de las conferencias “La economía ante el blockchain. Lo que está por venir”, organizadas por la APIE en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander y patrocinadas por BBVA, que desde 2012 Mapfre viene desarrollando el concepto gestión de activos de terceros y que la entidad “está preparada para competir en la distribución de productos financieros igual que cualquier entidad financiera y de banca privada”, a través de Mapfre Gestión Patrimonial.
“Antes las aseguradoras no salíamos a mercado abierto para ofrecer productos distintos a los más conservadores y que garantizaban el ahorro, algo que veníamos haciendo hasta hace poco tiempo. Pero el cambio en el entorno de tipos en los últimos años ha obligado al ahorrador a buscar alternativas diferentes para proteger su inversión y esta situación ha derivado en la apertura obligada a desarrollar arquitecturas abiertas en la distribución de productos de cualquier fabricante”, tanto de Mapfre AM como de terceros, comentó Huertas, recordando que Mapfre fue pionera y creó esta plataforma que permite distribuir entre 3.000 y 4.000 fondos de distintas gestoras. Una iniciativa que complementa su idea, dentro de su plan estratégico, de impulsar el ahorro privado, más allá de los productos de pensiones.
Huertas recordó que tradicionalmente han desarrollado productos vinculados al mundo del seguro y ahorro tradicional basado en la garantía del tipo de interés, porque “era lo que el ahorrador y el cliente buscaba”, pero reconoce que la base de clientes es más amplia y han tenido que cambiar su enfoque: “Tenemos una base de clientes más exigentes y la situación de bajos tipos ha creado unas expectativas diferentes a los inversores medianos”, explicaba, recordando que Mapfre no se dirige al gran inversor, sino al medio, con una capacidad de ahorro “razonable”. “Para eso creamos Mafpre AM, Mapfre Gestión Patrimonial y una sicav en Luxemburgo que permite crear fondos en distintos países, integrarlos y paquetizarlos para distribuir en varios mercados”.
En este sentido, explicó que “Mapfre está preparada para competir en la distribución de productos financieros igual que cualquier entidad financiera y de banca privada”, a través de Mapfre Gestión Patrimonial, que ya tiene oficinas en varios mercados y cuenta con equipos de asesores financieros especializados y con herramientas tecnológicas para gestionar ahorro en renta fija, variable y en fondos… en estos últimos con arquitectura abierta. “Vamos a ser neutrales, vamos a pensar en un asesoramiento que cumpla con MiFID II, de forma que el cliente se sienta protegido y cómodo, y cuente con un amplio abanico de productos entre los que elegir”, decía, ofreciendo al ahorrador medio una opción que no le ofrecen las tradicionales oficinas de banca privada.
Los retos digitales
En la conferencia, Huertas habló de los numerosos objetivos en su plan estratégico relacionados con las nuevas tecnologías, en el mundo del seguro, la salud digital, las grandes ciudades, los modelos predictivos y el reto digital. “Las nuevas tecnologías implican una gran transformación para nosotros y queremos aprovechar las iniciativas de innovación digital para sacar el máximo de lo que hacemos”. El presidente habló de temas como el blockchain (que tiene el potencial de favorecer la inclusión financiera y aseguradora), la inteligencia artificial y la robotización, la conectividad y el Internet de las cosas, o la ciberseguridad.
Pero destacó que la regulación no lo pone fácil: “La regulación es bienvenida, necesaria e imprescindible, pues hay que proteger los intereses de todos –consumidores, sociedad, oferentes para que jueguen con reglas de juego equivalentes…-. Pero la situación es compleja en Europa, con una situación difícil de armonización y hay que entender que la regulación no puede ser un freno a la innovación: ha de ser un soporte que garantice el aprovechamiento del potencial retorno de la innovación porque si no no va a haber inversión, y debe garantizar que grandes y pequeños puedan participar”.
Huertas dijo que el mundo digital “es una realidad, y en los próximos cinco años va a haber más cambios que en los últimos 30 y los vamos a vivir”, y hay que hacer lo posible por sacar ventaja no ya solo en términos económicos sino también desde la perspectiva social de ayudar a mejorar la calidad de vida, la convivencia…. “Mapfre está comprometida con la innovación, entre ella el blockchain y junto a otras tendencias”.
¿Creciente competencia?
Sobre el modelo de las insurtech, reconoció que ya no se trata de “pequeños unicornios” sino de entidades que abordan temas que las aseguradoras más grandes han dejado de lado y han venido a traer soluciones prácticas, necesarias, y van a poder complementar su actividad. “No vemos amenaza en las insurtech y estas entidades pueden ayudar a transformar y complementar mejor nuestra presencia en los negocios”. De hecho, Mapfre presentó recientemente Mapfre Open Innovation, para abrirse y colaborar con otros que tienen capacidades diferentes.
Sobre su reestructuración en mercados como EE.UU., explicó su intención de estar solo en mercados que son rentables o desarrollables de forma sostenible. “Por ejemplo en China encontramos una fuerte barrera del supervisor que nos impidió desarrollar el proyecto. En EE.UU. hemos hecho lo mismo que hacemos en otros mercados: estamos determinado qué negocios son sostenibles y permiten obtener una rentabilidad equilibrada”, indicó.
Blockchain y las otras tendencias
Sobre blockchain, aseguró que es una “realidad inmediata”, un almacén de datos con el que se pueden crear contratos, relaciones, confianza…. e hizo hincapié en este último aspecto. Así, habló de los “smart contracts”, contratos entre partes que no se conocen de forma inmediata, que permiten por ejemplo tomar un vuelo, o realizar una compra, de forma totalmente asegurada. Y con transparencia: “Desaparecen elementos externos para dar fe de operaciones o procesos manuales, y esa apertura de la relación hace que se pueda agilizar y también abrir a nuevos consumidores”. En este sentido, explicó que “se puede generalizar la distribución de productos y servicios, financieros y aseguradores entre ellos, facilitando la accesibilidad a gente que antes no tenía acceso a una institución financiera, con herramientas de distribución basadas en blockchain”.
Su desarrollo es aún incipiente pero podría acelerarse mucho en la medida en que se puedan llegar a encontrar soluciones reales y útiles. “Mapfre trabaja en un concepto de blockchain, tenemos un centro de excelencia de blockchain, y formamos parte del primer consorcio mundial de aseguradores, B3i, que busca una cámara de compensación mundial para determinadas operaciones, para que se produzca un cruce entre actores para poder asegurar y garantizar el desarrollo de las operaciones mercantiles basadas en reaseguros y reaseguros, sobre todo riesgos catastróficos para garantizar la protección antes esos riesgos”. Y también hay avances en microseguros, para facilitar el desarrollo de la protección a capas sociales menos favorecidas en muchos entornos donde difícilmente tendrían acceso, por un tema de costes. “Esta tecnología favorece la inclusión financiera y aseguradora”, dijo.
Pero además del blockchain, habló de otras realidades como la inteligencia artificial, es decir, la automatización basada en el aprendizaje de las máquinas, y la robótica. También, la conectividad, a través del Internet de las cosas, con “miles de aparatos conectados a Internet y que se alimentan de lo que pasa allí, con nuevos jugadores”, que son los propietarios de las herramientas. Mapfre ha sido pionera en el seguro del automóvil, dijo, con vehículos conectados y de forma segura con caja negra, indicó. Otra gran revolución en este campo va a afectar a la salud y permitirá avanzar en el conocimiento, el tratamiento de las enfermedades… “La medicina personalizada es una realidad cercana, que implica nuevos servicios que hay que crear para atender a una población mayor y más saludable”, dijo.
También habló de ciberseguridad y de la necesidad, desde la industria aseguradora, de crear herramientas para luchar contra este desafío. “No hay capacidades claras para solucionar el problema: la capacidad de solvencia de las aseguradoras puede ser insuficiente para abordar este riesgo».
En este contexto, las vías de llegar al consumidor son diferentes que en el pasado porque hay nuevas realidades sobre las que el mundo del seguro debe actuar, dijo, como los coches autónomos o la economía colaborativa. “Mapre está preparada y preparándose, porque todo esto supone riesgos y oportunidades, es una situación nueva que exige una adaptación”, aseguró, indicando por ejemplo los seguros a demanda, adaptados a estas realidades.