China es un gran jugador en el tablero mundial, también en la industria de fondos. Las ofertas públicas iniciales (OPI) de fondos de gran tamaño, que han contado con el apoyo de fondos de menor envergadura, se han vuelto más comunes en China en los últimos años. Aunque el sentimiento de los inversores a corto plazo se ha visto afectado por la reciente caída del mercado, desde Cerulli Associates consideran que esta tendencia podría reanudarse y mantenerse en el largo plazo.
Los activos gestionados por los fondos de inversión en China, incluidos los ETFs, registraron un fuerte crecimiento interanual del 37,5% hasta los 19,7 billones de renminbi (3 billones de dólares), en 2020. El total de activos captados a través de las OPV de fondos de inversión alcanzó los 3,2 billones de renminbi, el doble que en 2019, y el volumen medio de las OPI de los nuevos fondos también mejoró hasta los 2.200 millones de renminbi, frente a los 1.500 millones de renminbi de 2019.
Según los medios de comunicación locales muestran que en 2020, más de 100 nuevos fondos se vendieron en un día después de que se iniciaran las suscripciones, y 15 de estas OPIs cosecharon con éxito activos de más de 10.000 millones de renminbi. “La tendencia continuó a principios de 2021, según los informes de China Fund News, cuando un total de 122 nuevos fondos de inversión se pusieron en marcha en enero, recaudando activos de casi 500.000 millones de renminbi, la segunda mayor cantidad mensual de activos de OPI registrada en el mercado”, destacan desde Cerulli Associates.
La firma apunta que entre los factores que explican el éxito de los lanzamientos de nuevos fondos están el optimismo de los inversores, los gestores estrella con un buen historial y la suficiente liquidez en el mercado. Según matizan, en los últimos años, “el gobierno chino ha introducido una serie de medidas de flexibilización monetaria para estimular la economía tras las tensiones entre Estados Unidos y China y la pandemia de COVID-19”. Una parte de la oferta monetaria se destinó a la economía real y al mercado inmobiliario como vehículos tradicionales de inversión a largo plazo para los residentes locales, mientras que el resto quedó a disposición de los productos de gestión de activos. “Esto creó muchas oportunidades para los fondos de inversión, ya que otros productos de inversión en general no son lo suficientemente atractivos”, añaden desde Cerulli.
En este sentido, apunta que algunos de los gestores con los que ha tratado este tema afirmaron que las aprobaciones rápidas de fondos introducidas por la Comisión Reguladora de Valores de China (CSRC) también han facilitado el lanzamiento de nuevos fondos. A esto se sumaría, los amplios esfuerzos en márketing y distribución online destinados a posicionar estos megafondos.
Tras las vacaciones del Año Nuevo chino, el desplome del mercado bursátil mermó el interés de los inversores por el lanzamiento de nuevos fondos. Sin embargo, a pesar del posible reto que supone la captación de fondos, los gestores centrados en el largo plazo siguen siendo optimistas sobre las perspectivas del sector y confían en que los lanzamientos de megafondos se reanuden si el mercado bursátil vuelve a ser alcista.
Según explican desde Cerulli, a largo plazo, las perspectivas de crecimiento de los fondos de inversión deberían continuar porque los beneficios obtenidos por las empresas cotizadas que han sobrevivido a la COVID-19 acabarán entrando en el mercado bursátil, y los fondos tienen una ventaja inherente sobre otros productos financieros. «El enfriamiento de los sentimientos del mercado es normal, y también es una oportunidad para educar a los inversores más jóvenes que aún les quedan muchos ciclos de mercado por experimentar. Mientras la recuperación no se prolongue demasiado y se evite un mercado bajista, las perspectivas a largo plazo de las OPV de fondos de inversión deberían seguir siendo positivas», concluye Ye Kangting, analista senior de Cerulli Associates.