Magallanes Value Investors, la gestora independiente especializada en fondos de renta variable con filosofía de value investing fundada por Blanca Hernández, Iván Martín y Mónica Delclaux, acaba de nacer pero ya tiene varios planes encima de la mesa. Tras su registro en la CNMV en diciembre del año pasado y el lanzamiento de dos fondos en enero, de renta variable europea e ibérica (comercializados en las plataformas de Tressis e Inversis, y próximamente Allfunds), la gestora ha confirmado, en un desayuno con periodistas en Madrid, su objetivo de añadir a esta gama un fondo de pensiones y una sicav luxemburguesa a lo largo de este año.
“Esperamos poder tener una sicav luxemburguesa este año”, comenta Hernández, cuya cartera replicaría el fondo de renta variable europea. La idea sería dar respuesta a inversores españoles que prefieren invertir en vehículo luxemburgués pero también poder crecer con los inversores internacionales. Actualmente, el grueso de sus inversores en los fondos ya lanzados, los españoles, son family offices (un 80% del total) y el resto minoristas conocedores del estilo y “huérfanos del value”, explica, reconociendo que están atrayendo algunos flujos que han salido de otras gestoras con esta misma filosofía, como Bestinver tras la marcha de García Paramés.
Así las cosas, sus objetivos de crecimiento son ambiciosos pero se ponen límites, porque reconocen que su universo de inversión los impone: el tamaño del fondo ibérico no debería superar los 500 millones de euros (teniendo en cuenta la situación del mercado actual) y el europeo los 2.000 millones. “El tamaño perjudica a veces y tenemos un compromiso firme de proteger a los inversores”, explica Hernández.
Entre los planes de la gestora también está ampliar su plantilla en los próximos meses, con la incorporación, posiblemente antes del verano, de un cuarto gestor con un perfil “similar” a los tres que ya conforman el equipo de inversión (Iván Martín al frente, José María Díaz Vallejo como director de Análisis –incorporado desde Aviva– y Miguel Ballesteros -incorporado desde Santander AM-). “Cada gestor tiene criterio propio pero existe una armonía en la forma de pensar”, explica Martín.
Carteras en construcción
Actualmente, las carteras de sus dos fondos están en construcción, y por eso solo están invertidas en un 53%: Iván Martín espera las oportunidades apropiadas para aumentar ese nivel de inversión al 75%-80% en los próximos meses, puesto que su “prioridad es proteger el capital de los partícipes”. El yield medio de la cartera es superior al 8%, según explica, con nombres que ofrecen descuentos importantes, tienen una deuda neta limitada e incluso algunos tienen posiciones netas de caja: “las empresas sin deuda no quiebran”, recuerda el gestor. Las carteras, que tendrán baja rotación, estarán muy concentradas (con algo más de 30 valores en la europea, desde los 27 actuales, y unos 25 en la ibérica, desde los 22 de ahora –de los que unos 5 son de Portugal). El valor teórico medio de las dos carteras está por encima del 40%, según Martín, que explicó que sus planes pasan también por realizar una vez al año un evento abierto a los inversores.
Los fondos no utilizarán derivados, cuentan con dos clases de participaciones (para el minorista, con un 1,75% de comisión de gestión, y para el institucional, a partir de un millón de euros, con un 1,25%) y desde Magallanes descartan las comisiones de rentabilidad. “Cuando un gestor es muy bueno y dobla la rentabilidad de los índices, como ha hecho Iván, esa comisión sale muy cara y por eso he intentado evitarla siempre a la hora de comprar fondos”, explica Hernández, que añade que cree “poco coherente” incluirla en su modelo de cobro aunque explica que si algún cliente prefiere ese modelo, están abiertos. “La comisión sobre resultados es buena para la gestora porque aumenta sus ingresos pero perjudica al inversor”, añade Martín. Ambos se muestran también en contra de las comisiones de reembolso, ni siquiera con el objetivo de protección: “Hemos de hacer el trabajo previo antes para tener clientes que entiendan el estilo value, en el que el tiempo, y la paciencia, juegan a favor, y a partir de ahí ofrecer absoluta libertad para salir de los fondos”, añade Hernández.
El objetivo: dejar un legado value en España
Magallanes surge tras unos años de gestación porque “no es un proyecto a corto plazo para ganar dinero y vender después a un private equity sino de largo plazo, con el objetivo de dejar un legado value en España”, dice Hernández. García Paramés (que gestionaba desde Bestinver la sicav de los dueños de Ebro Foods, la familia de Hernández, sicav que ahora está en proceso de traspaso a Magallanes) fue el intermediario entre ella e Iván Martín; “Paramés se vio reflejado a sí mismo, con 30 años”, en la figura de Martín, explican. Aunque en un primer momento tuvo ese papel en la gestación de Magallanes, descartan que se acabe incorporando a su consejo asesor, de momento, puesto que podría confundir a los inversores de su nuevo proyecto.
Para Martín, este tipo de proyectos independientes hacen falta en España, “ha de haber más”. Teniendo en cuenta que la cuota de mercado de las gestoras ligadas a los bancos supera el 90% en España, “solo hay un recorrido a largo plazo”, que aumenten su participación en el negocio: “Cuanto más gestoras independientes haya será mejor”; es cuestión de tiempo que ganen cuota, dice. Con todo, son críticos porque España pone trabas al espíritu emprendedor. “Si las gestoras cotizaran en bolsa, serían una inversión a tener en cuenta por las fuertes barreras de entrada que hay en el negocio”, apostilla Martín.