La rentabilidad de la renta fija es probablemente una de las cuestiones más difíciles de abordar en estos momentos, a juicio de Luke Copley, especialista de producto del equipo global de renta fija de Allianz Global Investors. Los inversores en renta fija se enfrentan a unos riesgos clave actualmente: por un lado está la subida potencial de los tipos de interés en los próximos años, que es un viento de cola en términos de rentabilidad y, por otro, que estamos en la fase final del ciclo económico sobre todo en EE.UU. pero también globalmente. “Los inversores deberían de esperar más volatilidad en el segmento de renta fija con más riesgo, vigilando el riesgo potencial de sus cartera de crédito”, afirma Copley durante una entrevista con Futuro a Fondo en el marco del encuentro anual con periodistas celebrado en Londres.
En cuanto a la rentabilidad que se puede esperar, todo depende, dice Copley, de la visión que se tenga sobre la evolución de los tipos de interés. La Fed, dice el experto, seguirá subiendo tipos mientras la economía de EE.UU. lo aguante y, aunque Copley no cree que vaya a sorprender al mercado intentando ir por delante de la curva para controlar la inflación, todo depende de cuando aparezcan los primeros signos de ralentización económica. Respecto a la posible huida de la renta variable a medida que se incrementen si el rendimiento del bono americano sigue aumentando, Copley señala que ha sido interesante ver el comportamiento de los inversores este año. “Se ha aportado algo de valor, pero no creemos que se alcancen retornos extremadamente altos porque la inflación no está descontrolada y el crecimiento económico a largo plazo es mayor como consecuencia del incremento de la productividad. No creemos que la rentabilidad del bono americano alcance el 4 o el 5%”, asegura.
Además, este experto advierte de la diferencia clave entre la política monetaria del actual presidente de la Fed, Jerome Powel, y su antecesora en el cargo, Janet Yellen. “Powel está mucho más enfocado en la economía estadounidense que en la evolución económica internacional. Por eso, mientras la economía de EE.UU. soporte unos tipos más altos, los seguirá subiendo a pesar de la volatilidad de los mercados emergentes o el menor crecimiento en Europa. Esto es una gran diferencia respecto a la presidencia anterior”, afirma Copley.
Con todo, Copley espera entre 3 y 4 subidas de tipos y que el rango de tipos de interés se sitúe entre el 2,5% y el 3%. La otra cara de esto es “realmente disruptiva”, afirma, porque plantea a los inversores una pregunta clave: ¿Cómo mantenemos en la cartera el riesgo de unos tipos de interés tan bajos? El experto apunta, por un lado, a las duraciones cortas y a los bonos ligados a la inflación como instrumentos más interesantes ya que, «para ser un buen inversor en renta fija actualmente, es preciso saber cómo navegar en la fase final del ciclo».
En este sentido, Copley recomienda alejarse de los índices. “En los próximos 2 o 3 años, un índice o parte de él, puede parecer el mejor sitio para estar, pero para los inversores en renta fija esto no es así. Con una estrategia sin restricciones o unconstrained podemos descartar un sector o una geografía si no nos gustan”, explica.
Lejos de emergentes, rotación sectorial de la cartera y duraciones cortas
La estrategia del Global Floating Rate Notes Fund ha sido, precisamente prescindir de un índice de referencia. “Por ejemplo, en los últimos meses hemos querido evitar los mercados emergentes siendo más selectivos y ahora sabemos que ha sido una buena decisión porque nos ha restado volatilidad”, añade.
Por eso, aunque reconoce que en renta fija la deuda emergente goza ahora de un atractivo innegable en precio, “hay muchos riesgos que cristalizan en estos mercados, particularmente este año». Como inversores fundamentales, necesitan ver que la dinámica del crédito emergente mejora y se estabiliza. «No invertimos solo porque los activos estén baratos, tiene que haber razones fundamentales detrás”, concluye.
En aras de reducir la volatilidad, el fondo ha rotado, además, la composición sectorial de su cartera desde industrias cíclicas hacia otras más defensivas y ha apostado por crédito de corta duración y ha reducido algo su exposición a high yield.