La encuesta de PwC sobre la Industria Reaseguradora (Reinsurance Banana Skins 2019) identifica los riesgos más urgentes que enfrenta el sector a nivel global, en un entorno en constante cambio para responder a las nuevas necesidades de sus clientes, accionistas y reguladores. En cuanto a los resultados generales se evidencia una mayor confianza en su capacidad para manejar y abordar dichos riesgos.
La industria compartió muchos de los principales riesgos con el sector asegurador general:
Riesgo tecnológico: tiene que ver con que las reaseguradoras se están aferrando a los sistemas informáticos tradicionales a medida que proliferan nuevas fuentes de datos.
Riesgo cibernético: es una preocupación particular debido a las responsabilidades de la suscripción de pólizas cibernéticas, así como la amenaza de ataques directos a las compañías aseguradoras que poseen datos valiosos.
“Los riesgos tecnológicos y cibernéticos dominan la agenda de las reaseguradoras. La forma en que ellas manejan estas problemáticas es crítica para la credibilidad, rentabilidad y capacidad de innovación a largo plazo dentro de la industria”, opinó Nicolás Casarino, socio de PwC Argentina, especialista de la Industria de Seguros.
El tercer riesgo fue el cambio climático, donde la industria expresó su ansiedad acerca de los costos de los crecientes siniestros derivados de desastres naturales más frecuentes y severos, y la posibilidad de que no se aseguren determinados riesgos.
“El mundo se encuentra alerta debido a los cambios ambientales potencialmente irreversibles. Mediante la creación de modelos y asesoramiento, las reaseguradoras tienen un rol clave que jugar en las iniciativas globales para enfrentar las amenazas, e incentivar la comprensión, protección y resistencia en todo el mundo”, comentó Casarino.
En el puesto No. 4 se encuentra la gestión del cambio que refleja las inquietudes acerca de la disrupción de nuevas tecnologías en los mercados de seguros, y los cambios radicales en las expectativas de los clientes.
Un director de una compañía de seguros generales en Filipinas afirmó: “Los clientes son ahora más exigentes, prefieren un buen servicio, accesibilidad y un bajo precio al mismo tiempo. La incapacidad de responder a estas necesidades puede hacer que las compañías pierdan negocios y clientes”.
El quinto riesgo principal fue el regulatorio, que ascendió desde el puesto 8 que ocupaba hace dos años, en gran parte debido a las inquietudes acerca de nuevas normas, como ser el RGPD y la NIIF 17.
El resto de los 10 riesgos principales fueron en su mayoría operativos relacionados a inversiones, talento, competencia, etc…
“Si consideramos los cinco principales en su conjunto, es notable el grado en que dependen uno de otro –por ejemplo, la tecnología está originando riesgos relacionados con la gestión del cambio del mismo modo que la regulación de los datos y las amenazas cibernéticas están aumentando los riegos tecnológicos. Ello destaca la importancia de considerar de manera holística «el panorama actual de riesgos de rápida evolución”, finalizó Casarino.