La banca tradicional se ha encontrado ahora con un gran competidor a nivel de usuarios y de productos: los neobancos. Esta nueva forma de entender la banca es capaz de tener alcance mundial de forma digital. Los usuarios que consumen entidades telemáticas tienen una oferta mucho más amplia que la banca tradicional por el hecho que pueden operar y realizar cualquier actividad financiera en cualquier parte del mundo y desde su dispositivo móvil.
Los bancos tradicionales se han dado cuenta del gran abismo que existía en cuanto a digitalización y la competencia tan importante que se les plantea ante la proliferación de neobancos que han comenzado a evolucionar sus aplicaciones móviles a un sistema mucho más responsive. La realidad es que, por mucho intenten avanzar a grandes pasos en la digitalización, los bancos digitales les ganan la partida al haberse desarrollado de manera virtual desde el primer momento.
Por ello, detrás de estas entidades 100% digitales, se encuentran empresas especializadas en desarrollo tecnológico y perfiles techie que evolucionan la forma de entender las finanzas.
Manuel Echevarría, director general de Foster Swiss, empresa de asesoría tecnológica y normativa, afirma que “un banco tradicional que quiere dar el paso a una banca digital, necesita de una consultora externa que les realice un estudio y análisis de su situación, audite sus tecnologías y entienda del mundo tecnológico para poder realizar un traspaso real y significativo que compita con los neobancos”.