La industria de gestión de activos camina hacia una futuro cada vez más eficiente, gracias al uso de la inteligencia artificial y su aplicación en la gestión de datos e información. Al menos, así lo demuestra la última investigación realizada por Thomson Reuters y Celent que concluye que cada vez más gestores demanda el uso esta tecnología en su trabajo.
“Asesores más inteligentes significa inversores más inteligentes y decisiones de inversión igualmente inteligentes”, explica David Akellian, director general y global de Wealth Management en Thomson Reuters, para ejemplificar el impacto y potencial que el uso de la inteligencia artificial tiene en este industria. Esto explica que los gestores de patrimonio demanden información mejorada sobre los datos internos, tanto de clientes como de terceros, así como datos alternativos para su trabajo.
Según el informe elaborado por Thomson Reuters y Celent, esta tendencia creciente se debe a que muchas de la aplicaciones que usan, incluida la tecnología que emplean los robo advisor y las plataformas de planificación financiera, están sometidas a muchas restricciones sobre el acceso y uso de los datos.
En los últimos años, los datos se han convertido un aspectos fundamental para la gestión patrimonial moderno y su modelo de negocio. Tanto es así que las principales firmas se apoyan en empresas que gestionen e integren todos los datos de sus plataformas de gestión patrimonial.
“Los requisitos del big data y de los datos de procesado que han ido heredando las organizaciones hace que las gestores tengan una gran riqueza de datos internos cuyo uso y extracción les permite obtener ventajas competitivas. Así, las nuevas tecnologías pueden ayudar a señalar o resaltar áreas que el asesor de otra forma ni siquiera consideraría”, apunta el informe en sus conclusiones.
El problema es que analizar algunos de estos datos puede ser complicado, así como almacenarlos dentro de una baso de datos tradicional, en estos casos la tecnología y la inteligencia artificial son una herramienta clave. “El uso de la inteligencia artificial para extraer el big data representa un cambio estructural en esta industria. Los beneficios potenciales para los asesores y sus clientes son enormes. El desafío, sin embargo, es integrar nuevas tecnologías como el big data y etiquetado inteligente en soluciones más avanzadas para exprimir toda esta carga de datos”, afirma Akellian.
Según el informe, una de las claves para que esta industria evolucione es empoderar a los gestores y la inteligencia artificial puede hacerlo al ofrecerles una interpretación más eficiente de los datos que usan y poseen. “Las herramientas de big data como el etiquetado inteligente y los gráficos de conocimiento ahora se utilizan para descubrir conexiones y conocimientos previamente ocultos, potenciar a los asesores y dar más valor al cliente, a la vez que se revoluciona la industria para mejor”, matiza Will Trout, analista senior en Celent.