Los fondos soberanos se están reposicionando geográficamente. Lo apunta Invesco en su informe anual 2019 sobre la gestión de activos de los grandes fondos soberanos internacionales y los bancos centrales. La ralentización del crecimiento económico y la percepción de un aumento de los riesgos políticos han llevado a un descenso del atractivo de las principales economías europeas.
El Brexit está influyendo en las asignaciones de activos de dos tercios de los inversores soberanos. La Europa continental es cada vez más volátil: los partidos populistas continúan aumentando su popularidad en las principales economías, incluyendo Alemania e Italia, mientras que la Unión Europea está inmersa en una disputa comercial con EE.UU.
Invesco advierte de que estas problemáticas han afectado al momentum económico. “Asimismo, los tipos de interés negativos dejan poco espacio para maniobrar y, para algunos inversores, reflejan el limitado potencial de crecimiento en el futuro próximo”, señala. Como consecuencia, la región ha perdido popularidad entre los inversores soberanos: cerca de un tercio de ellos redujeron las asignaciones a Europa en 2018 y una cifra similar planea hacerlo en 2019, lo que beneficia a Norteamérica, Asia y los emergentes.
En promedio, los soberanos ahora valoran el atractivo de las inversiones en las mayores economías emergentes por delante de sus homólogos desarrollados, un giro sustancial desde la coyuntura de 2017. China es el que ha experimentado la mayor mejora, seguido de Brasil e India. Italia, Alemania, Japón y el Reino Unido han registrado las peores caídas.
Esta mejora del sentimiento se produce pese a un año complicado para los mercados emergentes, que fueron puestos a prueba por las condiciones de deterioro en Turquía y Argentina concretamente, señala el informe. Esto sugiere la creciente rigidez de las asignaciones en emergentes.
“Los soberanos son parte de un grupo amplio de inversores que se comprometen a largo plazo con los emergentes. La presencia de capital soberano estable a largo plazo realza el atractivo de los emergentes para otros inversores”, afirma Invesco. A su juicio, pese a que las asignaciones y la calidad del capital han aumentado, y la preocupación sobre la correlación con los mercados desarrollados parece haber disminuido, algunos soberanos se mantienen cautelosos sobre las perspectivas inmediatas para la renta variable emergente en su conjunto.
“Aquellos que ven el final del ciclo actual con forma de ‘U’ antes que de ‘V’ ven complicado que los mercados que son exportadores netos puedan desempeñarse bien en un entorno de crecimiento lento. China es la excepción”, asevera.
La influencia de China y el compromiso de los soberanos
El recrudecimiento de las tensiones entre China y EE.UU. está impactando las asignaciones de la mayoría de los encuestados por Invesco. Sin embargo, muchos soberanos se muestran optimistas sobre las negociaciones actuales, que podrían tener un resultado positivo para los inversores extranjeros.
Los inversores celebran también la promulgación de la nueva ley de inversión extranjera en el país asiático en el primer trimestre de 2019 que prohíbe la transferencia forzada de tecnología desde negocios con inversiones extranjeras y mejoras en la protección de la propiedad intelectual.
La renta variable es el tipo de activo más atractivo para la inversión de soberanos en China, favorecida por casi una década de medidas del Gobierno chino diseñadas para facilitar el acceso y atraer el capital extranjero. También es posible que aumenten las asignaciones a renta fija con la entrada de China en los principales índices de bonos y las iniciativas para abrir el acceso al mercado local de bonos para los inversores extranjeros.
Experiencia y gestión activa
Invesco señala que la transparencia es el desafío principal que impide mayores asignaciones a China, aunque en el caso de los inversores soberanos sin inversiones en el país los principales obstáculos son las restricciones de inversión y los riesgos de divisa.
Las preocupaciones sobre el nivel de riesgo sistemático en China han llevado a la mayoría de los soberanos a inclinarse por un enfoque activo. “Las inversiones estratégicas activas son la forma más común de ganar exposición al mercado chino a través de la renta variable, la renta fija y los activos reales, con las decisiones tomadas normalmente de forma interna por los grandes soberanos”, apunta la gestora.
A su juicio, los riesgos sistemáticos, combinados con las preocupaciones por la transparencia, hacen que los soberanos más grandes y con mayores recursos estén mejor posicionados para aprovechar las oportunidades en China y otros mercados emergentes. También suelen ser más abordados por las agencias oficiales chinas y bien recibidos por los inversores extranjeros.
Como resultado, los grandes fondos no solo tienden a tener exposición a China, sino que son más proclives a invertir en activos reales. De los fondos con exposición a China, aquellos con activos bajo gestión de más de 100.000 millones de dólares tienen el doble de probabilidad de tener inversiones en activos reales que aquellos por debajo de esa cifra.