Las posiciones en el tema de la inversión activa o pasiva se han distanciado a lo largo de los últimos años. Pero en un reciente análisis, PIMCO ha reactivado este debate contrastando los resultados de los mercados de renta fija y renta variable de Estados Unidos.
Con los datos en la mano, el informe revela que, al contrario que sus contrapartes, los fondos de renta fija y ETFs activos baten a la media de sus comparables pasivos después de las comisiones. Para los responsables del estudio es probable que la diferencia se deba a el gran porcentaje de inversores no económicos que invierten en bonos, a la frecuencia de reequilibrio del índice de referencia y a la rotación, a las tendencias estructurales en el espacio de renta fija, a la amplia gama de derivados financieros disponibles para los gestores activos de bonos y al análisis crediticio.
“A nivel macro, creemos que un mercado puramente pasivo ocasionaría un grave riesgo a los mercados y supondría una mala asignación de recursos. De manera realista, ni los inversores pasivos ni los activos pueden mantener completamente el equilibrio. Por supuesto, la gestión pasiva tiene sus virtudes. Sin embargo, hay razones para creer que, sin control, la gestión pasiva puede fomentar efectos indeseados, una selección negativa y riesgos subjetivos”, explican los autores.
Principales datos
Así que a pesar de la presunción general de rentabilidad inferior, más del 50% de los fondos de renta fija y ETFs activos superaron la media de sus pares pasivos en la mayoría de las categorías en los últimos 1, 3, 5, 7 y 10 años. De hecho, en la medición a cinco años, el 63% de ellos lo hicieron mejor.
En contraste, sólo el 43% de los fondos de renta variable y ETFs de gestión activa superaron a sus homólogos pasivos en los últimos 5 años.
Si tenemos en cuenta las tres principales categorías de la renta fija durante el mismo periodo de tiempo de 5 años, el 84%, el 81% y el 60% de los fondos de renta fija y ETFs activos superaron a sus comparables pasivos en las categorías a medio plazo, deuda high yield y a corto plazo, respectivamente. Dentro de la renta variable, la mayoría de los fondos y ETFs activos en cada una de las tres categorías más grandes – large growth, large blend y large value- , todos lo hicieron peor.