Las reservas de los bancos centrales han crecido rápidamente en la última década pasando de menos de 2 billones de dólares en 2005 a cerca de 4 billones en 2013. Cada vez más, los bancos centrales centran sus esfuerzos en cumplir con su principal objetivo de liquidez y un número creciente está reconsiderando sus objetivos de inversión, explica el último informe de Invesco titulado ‘Global Sovereign Asset Management Study 2015’.
El análisis de la firma revela que esto ha provocado una creciente demanda de exposición a activos de riesgo y el interés en externalizar esta parte del portfolio a asset managers. En este tema, Invesco define la exposición a activos de riesgo como la inversión en deuda con una calificación por debajo de investment grade, renta variable o activos alternativos que no sean oro y reconoce que los bancos centrales con mandato de inversión soberana son menos propensos a buscar exposición a activos de riesgo.
«Se sabe los portfolios de inversión de los bancos centrales pueden ser el precedente para la creación de los fondos soberanos», explica Nick Tolchard, presidente del grupo Global Sovereign de Invesco.
En este sentido, los expertos de Invesco definen tres tipos de perfil de para los bancos centrales en función desu estado macroeconómico y si el gobierno ya ha creado una entidad de inversión soberana separada:
- Superávit sin restricciones: Bancos centrales consuperávit fiscal en países que no han articulado una entidad que gestione las inversiones en activos de riesgo del país.
- Déficits sin restricciones: Los bancos centrales condéficit fiscalque no cuentan con un fondo soberano que gestione las inversiones en activosde riesgodel país.
- Restringido: En esta clasificación se incluyen los bancos centralesen países que ya cuentan con una entidad responsable de gestionartodas o algunas delas inversiones en activosde riesgodel país.
Los drivers y los desafíos para los bancos centrales variaban en función de su perfil. En teoría, los bancos centrales clasificados en la primera categoria están más interesados en los activos de riesgo debido a que sus reservas están aumentando y no cuentan con el apoyo de un fondo soberano que gestione la cartera de inversiones. Además, sus reservas son grandes en relación con el perfil económico y financiero del país.
Sin embargo muchos de los encuestados citaron retos significativos asociados con una cultura cautelosa dentro de su organización como el primer obstáculo para aumentar la exposición de los activos de riesgo. Por el contrario, los bancos centrales con déficit sin restricciones explicaron que sus entidades eran menos cautelosoas que sus compañeros.
Exposición a divisas
El informe de Invesco revela que entre 2005 y 2009 se ha producido una reducción las asignaciones de los bancos centrales al dólar con respecto a otras divisas, al pasar del 67% al 62%. Desde 2009, las asignaciones a activos denominados en dólares estadounidenses comenzaron a estabilizarse tras la crisis financiera global y, debido también, a la huida del capital hacia activos considerados como seguros.
“Hemos observado que los bancos centrales están fuertemente ponderados en dólares y euros. El informe demuestra que los bancos centrales asignan de media el 44% de sus carteras al dólar frente al 33% al euro y 13% en moneda nacional. Estas cifras representan una exposición superior al euro debido a la inclusión de algunos bancos centrales situados en Europa, pero fuera de la zona euro, que mantiene altas colocaciones en el euro”, explica el informe de Invesco.
En lo que respecta a las perspecivas de las futuras asignaciones de divisas, el documento pone de relieve una fuerte demanda de divisas de segundo nivel (cualquier moneda no domésticos distintos del dólar estadounidense, yenes, libras esterlinas o euros). El 84% de los encuestados espera que estas divisas se revalorice.